23/Nov/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Noviembre 20 de 1910: Inicia la revolución mexicana. La paz porfiriana y el avance económico del país no era suficiente para que la mayoría de los mexicanos estuvieran conformes. El presidente Porfirio Díaz lo era desde 1876, y en su largo mandato se abrió demasiado el clásico abismo entre pobres y ricos. Francisco I. Madero creyó que Díaz había dicho la verdad de que se retiraría y se registró como candidato a la Presidencia. Aquí en Monterrey Díaz lo encarceló y lo envió a San Luis Potosí, de donde escapó y se fue a San Antonio, Texas, lanzando el plan de San Luis, que convocaba a la Revolución Mexicana. Hace ciento catorce años que empezó la guerra de revolución, y fue 

creciendo hasta que Porfirio Díaz renunció, yéndose a Europa y se realizaran nuevas elecciones en 1911. Madero ganó, pero fracasó a la hora de gobernar porque prometió demasiadas cosas a todos los grupos, de campesinos, empresarios, y revolucionarios en general, y no pudo cumplirlas. En 1913 fue derrocado y asesinado por Victoriano Huerta, inaugurando la segunda etapa de la revolución mexicana, que costó un millón de vidas. En 1917 se construyó en Querétaro una nueva Constitución Mexicana considerada en su momento como la más avanzada del mundo porque reivindica a las clases populares respetando los derechos de la iniciativa privada. La revolución costó, además del millón de vidas, las de caudillos como Zapata, Villa, Cedillo, Orozco, Carranza, y Obregón. Estalló la guerra cristera que pareciera no tener conexión con la revolución, pero que en el fondo sí lo tenían, pues los caudillos revolucionarios sentían que la Iglesia era culpable en parte de la opresión que padecieron por décadas los campesinos, así que rompieron lanzas en su contra. Empero, la religión contaba con fuertes lazos espirituales entre la población y muchos sintieron la necesidad de empuñar armas contra el gobierno revolucionario. Finalmente, el país se tranquilizó y, a partir de los años cuarenta, entró a un proceso de crecimiento llamado El Milagro mexicano, configurando un país en desarrollo, con reivindicaciones sociales y respeto a la libre empresa y a la propiedad privada. Ayer y hoy, los cronistas e historiadores del noreste mexicano comentaron sus investigaciones en el Encuentro de Cronistas e Historiadores ‘Las revoluciones de la revolución’.