Agosto 22 de 1866: Entra en funciones un nuevo Ayuntamiento de la Ciudad de Monterrey. El general en jefe del Ejército de Norte, Mariano Escobedo de la Peña, nombró como alcalde primero a Teófilo Dávalos, y este a su vez nombró al resto de los miembros del Cabildo de la Ciudad, quienes se avocaron a reconstruir lo dañado por los hechos de guerra, así como a restablecer el orden, actualizando los reglamentos municipales. Acababan de salir de la Ciudad las tropas imperialistas que habían gobernado por un tiempo.

México estaba en plena guerra de intervención francesa, y Escobedo en su mejor momento, pues fue factotum para que la patria se alzara con la victoria en esa injusta guerra, que se encaminaba al entronamiento de Maximiliano de Habsburgo como emperador definitivo de México. En febrero anterior, el general Porfirio Díaz -otro elemento clave en la victoria mexicana- había asumido por decisión del presidente Benito Juárez, el mando del Ejército de Oriente. Monterrey había retomado su ritmo de trabajo normal, y el Ejército nacional derrotaría contundentemente al invasor francés en mayo 15 de 1867 en la ciudad de Querétaro, cuando el general Escobedo tomó el último reducto que le quedaba a Maximiliano de Habsburgo, quien murió fusilado en el Cerro de Las Campanas.