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Que haya capacitación policial, antes de que fuerzas armadas dejen las calles: Anaya

Ciudad de México.- El dirigente del PAN, Ricardo Anaya Cortés, afirmó que en este momento las Fuerzas Armadas no pueden dejar de realizar las tareas de Seguridad Pública que realizan en distintas partes del paí­s, hasta que los cuerpos policí­acos estén debidamente profesionalizados.

"Ante la desaparición de las policí­as locales y su sustitución por las Fuerzas Armadas, se olvidó casi por completo en muchos estados la atención a la seguridad cotidiana y los delitos del fuero común. Tampoco se han establecido tiempos claros ni metas precisas para acotar la permanencia del Ejército en las calles", explicó.

Ricardo Anaya exhibió que al dí­a de hoy, no existen polí­ticas públicas suficientes para la profesionalización de las policí­as y otros cuerpos de seguridad, que permitan paulatinamente relevar a las Fuerzas Armadas de sus tareas de seguridad interior y combate al crimen organizado.

Sostuvo que debe haber un compromiso temporal por parte de los gobiernos federal y locales para tener policí­as confiables que se hagan cargo de velar por la seguridad.

Asimismo, señaló que es indispensable para el Estado de Derecho y para la debida protección de los derechos humanos que las tareas de seguridad estén lo antes posible en manos de instituciones de seguridad profesionales y altamente confiables.

Finalmente, el dirigente panista se pronunció a favor de la creación de un marco legal que trace la ruta de los militares de regreso a los cuarteles, al tiempo que reiteró el reconocimiento del PAN al Ejercito y a la Marina, "porque han mantenido, hasta donde ha sido posible, la paz y la tranquilidad en el paí­s, desempeñando funciones para las que no fueron preparados.

Una cosa es prepararse para la guerra y otra hacerlo para realizar labores de seguridad pública, dijo Anaya, al tiempo que expresó el más amplio reconocimiento y solidaridad de Acción Nacional a las Fuerzas Armadas de México, por la labor que han desempeñado para resguardar nuestro bien más preciado: la paz y seguridad de las familias.