05/May/2024
Editoriales

La estufa

Esta palabra señalaba al principio el fuego del hogar, centro de la vida familiar. Aunque todo indica que la estufa es inventada por los chinos antiguos- como muchas de las cosas que usamos cotidianamente-. Ellos construían hornos en los sótanos de las viviendas en donde calentaban agua que era conducida por cañerías empotradas en la pared, y de esa forma se irradiaba calor.

Y hubo de pasar varios siglos, hasta que en el siglo XVIII, el escocés James Watt inventara una estufa de vapor. Ciertamente la estufa ya se conocía desde el siglo XV, pero fue Benjamín Franklin en 1744 quien la hizo práctica. E inmediatamente, en 1777 apareció la estufa de agua caliente, aplicada por primera vez por el arquitecto J. Bonnemain, y en 1899 con la mejora de un radiador, fue difundida en Estados Unidos.

La primera estufa de vapor fue idea del escocés James Watt, quien la instaló en una fábrica. La estufa eléctrica apareció hasta 1892, pero se enfrentó al problema de que en las casas no había conexiones eléctricas. Hasta que en 1906 Albert Marsh halló una aleación de níquel y cromo que se ponía al rojo vivo sin fundirse y es cuando el calefactor eléctrico doméstico hace furor. En 1912 el inventor C. R. Belling puso arcilla refractaria en cuyo alrededor enroscaba un alambre de aleación de níquel y cromo, naciendo la hornilla eléctrica.

Los acontecimientos posteriores, la estufa de gas y otros combustibles y sustancias generadoras de calor están en la experiencia personal de todos nosotros.