19/Apr/2024
Editoriales

Las masacres escolares engendro de la cultura de los juegos de video

En todas las masacres escolares o en otros lugares públicos; sean las de Columbine Col. en 1999; la del Virginia Tech en 2001; la de Montreal en 1989; la de Connecticut en 2012; la de Erfurt Alemania en 2002; o en las 693 que hubo en Estados Unidos el año pasado;  o las 200 que ya van en este año, incluyendo la de hoy en Texas;  todas ellas realizadas por jóvenes entre 17 y 25 año que asesinaron a más de 10 personas para poder ser masacres “célebres”; siempre ha estado  presente el ingrediente de la cultura de los juegos de video. Los ejércitos de cientos de miles de “Gamers” que juegan a diario, en equipos o individualmente, compitiendo sobre cómo matar dentro de esas aplicaciones. Ahí, está demostrado, adquieren habilidad para matar, gran puntería y, sobre todo; adquieren un estado mental en el que no hay diferencia entre el juego y la realidad. El caso más ejemplar fue el del joven que filmó y trasmitió por internet, la masacre que realizó en una escuela de Buffalo NY, para imponer récord de muertes dentro de legiones de grupos de “gamers” que concursan y compiten de esa forma.

  Claro, uno se preguntará; ¿ Y quién puede haber creado o ideado esta cultura de la muerte donde el placer es matar y que termina en el suicidio? Bueno, está probado también, que los primeros juegos de video en los años 80s y antes, fueron diseñados en base a tecnología de adiestramiento militar,  tecnología para “desensibilizar” a los soldados norteamericanos que eran enviados a diferentes guerras o invasiones y “se negaban a matar”, por cuestiones de principios morales o religiosos. Para quitar esa “traba”, se diseñaron esas técnicas de entrenamiento. Posteriormente, algunas empresas los convirtieron en juegos, para contribuir a formar la cultura del “Soldado Universal” pregonado por Samuel Huntington desde la Universidad de Harvard.  La cultura de “las nuevas legiones romanas” en el ejército de Estados Unidos que dominará el mundo en una serie de guerras interminable  y le impondrá a las naciones los principios de “la libertad, la democracia y el libre mercado”, y sin las trabas de cualquier sentimiento de compasión, empatía o respeto por la vida humana.