
La propuesta de reducción de jornada laboral en México ya no puede esperar más, y debería tenerse ya una propuesta en el siguiente periodo legislativo, es decir, entre septiembre y octubre, aseguró la diputada Patricia Mercado Castro.
"Hay que tener la mente abierta para ver el bosque completo, se han dado diferentes propuestas y las hemos venido recogiendo en tres meses en foros en ocho estados de la república (...) es importante que la Comisión de Trabajo ha tomado en sus manos estas iniciativas que están presentadas para que en el próximo periodo de septiembre a diciembre, para que el Congreso y la Cámara de Diputados reciba todas las propuestas y tomar una decisión. No puede pasar este periodo legislativo sin haber legislado a favor de las 40 horas".
Capital Humano
Jornada laboral de 40 horas será la reforma más grande de los últimos años
Para la legisladora, la reducción de la jornada es un gran cambio cultural y social y no sólo una modificación de horas.
“Se regresa el tiempo propio a los trabajadores, considerando que la riqueza no sólo es dinero, sino tiempo, el cual actualmente está distribuido de manera injusta”.
Reconoció que, si bien, esta reducción en la jornada laboral tendrá costos para las empresas, los beneficios serán mucho más grandes para el país.
“Si solo se ven los costos, nunca va a ser un buen momento para avanzar en derechos laborales, hay que tener la mente abierta, el bosque completo, diferentes propuestas y debe hacerse por el bien de México y sus trabajadores”, refirió durante un foro en la Cámara de Diputados.
Con la participación de diferentes actores en las discusiones, la diputada afirmó que la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados ya tiene las diferentes opiniones y propuestas para comenzar a armar un proyecto de consenso.
“No sólo es una discusión técnica, es una disputa por la vida y el tiempo”
Por su parte, Alitzel Zahiri Cruz Colula, representante del colectivo Yo por las 40 Horas, aseguró que, pese a que el gobierno ha pedido tiempo y que la reforma sea gradual, ya no puede esperar más porque hay un desgaste profundo y estructural.
“Hay muchas experiencias acumuladas que indican que es viable”, advirtió.
Agregó que más allá de todos los datos que se han compartido, la discusión de la reducción de la jornada laboral no sólo es técnica, sino que tiene de por medio una disputa por la vida y el tiempo.
Las jornadas laborales extensas, dijo, destruyen los vínculos de los trabajadores y la salud, en muchos casos se sabe que estas jornadas superan por mucho las 48 horas, que marca la ley.
Consideró que para quienes dicen que no hay cuidados, están equivocados, sí existen, pero los ejercen, en su mayoría mujeres que tienen dobles o triples jornadas, y que no tienen derechos, ni salario por ello.
Consideró que la reducción de la jornada laboral no es una meta final, solo es el principio, un paso necesario para una transformación más amplia, donde existan políticas públicas de cuidados, esquemas flexibles, redistribución del tiempo y la garantía de condiciones dignas.
“El momento es ahora, postergarlo tiene costos reales. No hay tiempo que perder, y la voz de las personas trabajadoras debe ser parte central de la discusión, porque se está decidiendo sobre nuestras vidas. No se resuelve sobre un escritorio, sino escuchando. No es el final, apenas es el inicio”, dijo.
En tiempos en que el balance vida y trabajo es más importante que nunca, la reducción de la jornada laboral parecía el paso natural, considerando la deuda histórica que se tiene en muchos sentidos con los trabajadores de México, derivada de una legislación sin cambio en muchos años.
Aún se sabe poco, pero la certeza es que será gradual hasta llegar a 2030, cuando los trabajadores tendrán una jornada de 40 horas semanales, ¿cuál es la dimensión de esta reforma?
Confundir el tiempo de trabajo con el compromiso laboral y el desempeño, celebrar las jornadas extensas y el agotamiento, es quizá la muestra clara de que una semana laboral de 40 horas no sólo conlleva un cambio legislativo, sino una transformación de las culturas organizacionales.
Para Manuel Fuentes Muñiz, doctor en Derecho y especialista en derecho laboral individual y colectivo, esta reforma es importante en muchos sentidos, pero este cambio implica la necesidad de una vigilancia estatal efectiva para asegurar su cumplimiento.
Por principio de cuentas, explica, hoy la jornada de 48 horas no se respeta, y la falta de organización sindical e inspección laboral deja a muchos trabajadores desprotegidos.
Refiere que más del 90% de los trabajadores no tienen organización sindical ni contrato colectivo. Esto les deja con menos herramientas para participar y asegurar el cumplimiento de la jornada.
De acuerdo con el especialista en materia laboral, la implementación exitosa de la reforma requerirá inversión gubernamental en inspectores, especialmente a nivel local, y protecciones adicionales para prevenir la disminución de salarios y la explotación, particularmente en pequeñas y medianas empresas.
Para Manuel Fuentes Muñiz, una norma que no se vigila, no se cumple. Por ello, es crucial que los reglamentos y normas sean eficaces para aplicar sanciones a los patrones que no cumplen.
Además, muchos trabajadores están sujetos a contratos temporales o no tienen sindicato, lo que hace difícil controlar las horas extras. Los trabajadores a menudo no pueden demostrar que han laborado más allá del tiempo permitido, dice.
Agrega que si no hay una extensión presupuestaria adecuada para las áreas de vigilancia, la reforma podría ser vista como más política o de lucimiento que de efectividad real.
Y finalmente, considera que los bajos salarios actuales, a veces, obligan a los trabajadores a laborar jornadas mayores, incluso sin pago de horas extras, o a aceptar horas extras para compensar sus bajos ingresos.
"Es fundamental que la reducción de la jornada no implique la disminución o congelamiento de los salarios, sino que esté acompañada de la dignificación del salario y del trabajador", afirma.
La reforma de mayor impacto y trascendencia
Para Diego García Saucedo, socio director en García Velázquez Abogados, considera que la reforma de la jornada laboral puede ser la más impactante y trascendente.
Explica que una reducción de la jornada laboral impactará a todo el mundo. “Es decir, incluso la gente que tradicionalmente, que es la mayoría, que trabaja de lunes a viernes, si sacamos la suma, pues sí, muchas veces sí trabajan las 48 horas. Entonces, eso pudiera impactar en mayor tiempo para comida, o salir antes o llegar después”, refiere.
Diego García Saucedo considera que los sectores más afectados por la reducción de la jornada laboral son el manufacturero y todos los que tienen que ver con turismo, debido a que son un sector que tiene una operación ininterrumpida.
Recomienda comenzar a probar estrategias, esto les permitirá conocer en dónde tendrían sus mayores impactos, por ejemplo, costos de horas extras, tal vez contrataciones de turnos adicionales.
“Entonces, para empezar a familiarizarse, comenzar con acciones. Aumentar las horas de descanso, por ejemplo, si dabas media hora para tomar alimentos, pues ahora da una hora y ve cómo te funciona; una entrada tal vez antes o más horas de entrada antes, pero más horas de salida previas. O sea, modificar los horarios, escalonarlos podría ser una solución”, aconseja.
Al final del día, dice el abogado, el 2030 llegará y las empresas ya tienen ese límite, por lo que deberían comenzar sus pruebas piloto para implementar su gradualidad, estos ejercicios, deberán ser reales, pagar las horas extras, incluso crear redistribuciones del tiempo para no verse tan afectados.
https://www.eleconomista.com.mx/capital-humano/reforma-40-horas-requiere-mente-abierta-pasar-ano-20250519-759737.html
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