Desde los años setenta se ha venido fortaleciendo en nuestra tierra la tradición de celebrar la fiesta del Día de Muertos con la instalación de un Altar alusivo, en vez de la fiesta sajona de Jalogüín. Las ventajas a favor de lo nuestro son muchas, pues se trata de un sincretismo entre la celebración cristiana y la indígena con el mismo motivo, mientras el otro proviene de una cultura diferente. Además, nuestro altar del día de muertos permite dedicarles esa ofrenda a nuestros amigos o familiares que se hayan ido.   

 El año pasado el estado de Veracruz montó el Altar de Muertos más grande del mundo, erigido en el Velódromo de Xalapa, midiendo mil 044 metros cuadrados.

 Esta obra fue coordinada por la Secretaría de Educación veracruzana, y tenía montadas 20 toneladas de flor de Cempasúchil, la más socorrida en el Día de los Muertos. En sus siete escalones o niveles, había media tonelada de alimentos regionales, tal como exige la tradición.

 Sin embargo, hace tres días fui invitado en mi calidad de cronista de la Ciudad, por el Patronato Estatal del Festival Internacional Santa Lucía a dar fe del resultado de una medición oficial de un gigantesco Altar de Día de Muertos montado en Monterrey, en la Explanada Santa Lucía, frente al Museo de Historia Mexicana, realizada (la medición) por Guinness World Records.

 Me hice acompañar de mi esposa quien a la hora de hacer los recorridos prefirió quedarse analizando a media distancia las maniobras que hacían los topógrafos y que correspondía supervisar a la autoridad en la materia, la adjudicadora del GWR, Susana Reyes, así como “al de la voz”, como se decía antes. Este hermoso Altar regiomontano es de nueve niveles y al centro se encuentra una gran calavera color blanco que en las noches se ilumina con luces de colores fantásticos. Cuenta con todos los elementos que la tradición exige y además entre los xoloitzcuintles, alebrijes, incienso, y alimentos, están instaladas cientos de fotografías de grandes personajes nacionales y locales que ya no se encuentran en el mundo de los vivos, a quienes se les dedica este monumental Altar.

  Las medidas de toda la unidad modular son: en la línea norte, 36. 795 metros lineales; y en la línea sur mide 31.30 metros lineales. Entrambas líneas hay 14.16 metros de separación, medidos de norte a sur; luego viene un área circular -en donde se ubica la macro-calavera, que mide 630. 7 metros cuadrados, mismos que no contaron para la competición porque las reglas de Guinness World Record exigen que todo el Altar de Muertos debe ser de una sola pieza, es decir, que todo esté conectado por materiales sólidos, y resultó que el material que une a la calavera con el resto del altar es de lona. En la parte poniente, que está cerca de la puerta principal del Museo, hay una especie de “T” que tiene en medio un pasillo que tampoco se consideró en la suma, pero la parte final, medida de norte a sur tiene 29.42 metros lineales. Todo esto, medido en el sistema métrico (como la empresa Guinness es inglesa, también se mide en el sistema imperial de pies cuadrados), arrojó que el área de la base del altar mide 896. 179 M2; y el área de los escalones mide 316.224 M2, sumando en total: mil 212. 43 metros cuadrados, que rompe el récord anterior de Veracruz,

 Para que la medición fuera exacta, se contrató a una empresa local de topografía que llevó una estación Total Leica, con balizas para rayo Lasser, Software AutoCad Civil que además permitió elaborar los planos en forma inmediata. 

 Cuando la Lic. Susana Reyes, adjudicadora oficial de Guinness of World, dio a conocer en el evento oficial el resultado de la medición, declarando que tenemos el Altar de Muertos más grande del mundo, la presidenta del Patronato Estatal del Festival Internacional del Barrio de Santa Lucía, Lorenia Canavati, así como una multitud de personas que estaba nerviosa por tener la duda si se había logrado o no, brincaron de gusto. La expectación había crecido porque ya había trascendido que la parte central no había pasado la prueba y que su área no se sumaría. 

 Es más meritorio que haya sido un Patronato el impulsor de este proyecto, pues al hacerlo directamente una entidad oficial, como fue en Veracruz no tiene el mismo efecto. En verdad que vale mucho la pena visitar este Altar de Muertos, pues está hermoso, y es gratuito para todo mundo. Felicitaciones a Lorenia, a Erika, a todo el Patronato del Festival Internacional del Barrio Santa Lucía, y felicitaciones a Monterrey, esta Ciudad que todos los días nos sorprende con nuevos retos alcanzados.