CHICAGO — Por segundo año consecutivo, es casi seguro que la Tierra estará más caliente que nunca antes. Y por primera vez, este año el plantea alcanzó más de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) de calentamiento en comparación con el promedio preindustrial, dijo el jueves la agencia climática europea Copernicus.
“Es esta naturaleza implacable del calentamiento lo que creo que es preocupante”, dijo Carlo Buontempo, director de Copernicus.
Buontempo dijo que los datos muestran claramente que el planeta no vería una secuencia tan larga de temperaturas récord sin el aumento constante de gases de efecto invernadero en la atmósfera que impulsan el calentamiento global.
Señaló otros factores que contribuyen a años excepcionalmente calurosos, como El Niño — el calentamiento temporal de partes del Pacífico que cambia el clima mundial —, así como erupciones volcánicas que expulsan vapor de agua al aire, y variaciones en la energía del Sol. Pero él y otros científicos dicen que el aumento a largo plazo en las temperaturas más allá de fluctuaciones como El Niño es una mala señal.
“Un evento de El Niño muy fuerte es una vista previa de lo que será la nueva normalidad dentro de una década”, dijo Zeke Hausfather, científico investigador de la organización sin fines de lucro Berkeley Earth.
Buontempo señaló que superar el umbral de calentamiento de 1,5 °C (2,7 °F) en un año no es lo mismo que incumplir el objetivo adoptado en el Acuerdo de París de 2015. Ese objetivo pretende limitar el calentamiento a 1,5 °C en comparación con tiempos preindustriales durante 20 o 30 años en promedio.
La noticia de un probable segundo año de calor récord llegaba al día siguiente de que el republicano estadounidense Donald Trump, que ha descrito el cambio climático como un “engaño” y prometió impulsar la perforación y producción de petróleo, fuera reelegido para la presidencia.
También llegaba días antes de qla próxima conferencia sobre el clima de la ONU, llamada COP29, en Azerbaiyán. Se esperaba que las conversaciones se centrasen en cómo generar billones de dólares para ayudar al mundo en la transición a energías limpias como la eólica y la solar y evitar más calentamiento. También el jueves, un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente pidió más fondos para adaptarse al calentamiento global y sus consecuencias.
El reporte concluyó que los 28.000 millones de dólares gastados en todo el mundo para adaptarse al cambio climático en 2022 —el último año para el que hay datos disponibles— es un máximo histórico. Pero aún está muy por debajo de los entre 187.000 y 359.000 millones de dólares necesarios cada año para lidiar con el calor, las inundaciones, las sequías y las tormentas exacerbadas por el cambio climático.
“La Tierra está en llamas”, dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, en una declaración pregrabada para la publicación del informe. “La humanidad está quemando el planeta y pagando el precio” y los más vulnerables son los más afectados, dijo.
Un informe de las Naciones Unidas de este año dice que desde mediados del siglo XIX, el mundo ya se ha calentado 1,3 °C (2,3 °F), un incremento desde las estimaciones anteriores de 1,1 °C (2 °F) o 1,2 °C (2,2 °F) . Esto es preocupante porque la ONU dice que los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de las naciones del mundo aún no son lo suficientemente ambiciosos para mantener el objetivo de 1,5 °C. El objetivo se eligió para tratar de evitar los peores efectos del cambio climático en la humanidad, incluyendo el clima extremo.
“Las olas de calor, los daños por tormentas y las sequías que estamos experimentando ahora son sólo la punta del iceberg”, dijo Natalie Mahowald, presidenta de Ciencias de la Tierra y Atmosféricas en la Universidad Cornell.
Superar ese número en 2024 no significa que la tendencia general del calentamiento global haya cambiado, pero “en ausencia de una acción concertada, pronto lo hará”, dijo Michael Mann, climatólogo de la Universidad de Pensilvania.
Rob Jackson, climatólogo de la Universidad de Stanford, lo expresó en términos más drásticos. “Creo que hemos perdido la ventana de 1,5 grados”, dijo Jackson, quien preside el Proyecto Carbono Global, un grupo de científicos que rastrea las emisiones de dióxido de carbono de los países.
“Hay demasiado calentamiento.” Beth Hall, climatóloga del estado de Indiana, dijo que no está sorprendida por el último informe de Copernicus, pero enfatizó que la gente debería recordar que el clima es un problema global más allá de sus experiencias locales con el cambio climático. “Tendemos a estar aislados en nuestro propio mundo individual”, dijo. Informes como este “toman en cuenta muchísimas ubicaciones que no están en nuestro patio trasero.”