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EU no se deja provocar por Corea del Norte y pide acción diplomática de Gobierno

Estados Unidos advirtió que está dispuesto a usar la fuerza si es necesario para detener el programa nuclear de Corea del Norte, pero aseguró que prefiere una acción diplomática global contra Pyongyang por probar un misil balí­stico que podrí­a alcanzar Alaska.

La embajadora estadunidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que las acciones norcoreanas están "cerrando rápidamente la posibilidad de una solución diplomática" y que su paí­s está preparado para defenderse a sí­ mismo y a sus aliados.

Una de nuestras capacidades descansa en nuestras grandes fuerzas militares. Las usaremos si debemos, pero preferimos no tener que ir en esa dirección", comentó Haley.

En un gran paso adelante en su programa de misiles, Corea del Norte realizó un ensayo el martes de un nuevo misil balí­stico intercontinental (ICBM, por su sigla en inglés), que según algunos expertos podrí­a alcanzar los territorios de Alaska y Hawái y, tal vez, la costa noroeste del Pací­fico de Estados Unidos.

El lí­der norcoreano, Kim Jong Un, afirmó que el ensayo del ICBM completó la capacidad de armas estratégicas de su paí­s, que incluye también bombas atómicas y de hidrógeno, según la agencia estatal de noticias KCNA. Pyongyang dijo, asimismo, que el misil puede transportar una gran ojiva nuclear.

El ensayo norcoreano es un reto directo al presidente Donald Trump, que lleva tiempo instando a China, el principal socio comercial y aliado de Corea del Norte, para que presione a Pyongyang para que ponga fin a su programa nuclear.

Haley señaló que Washington propondrá nuevas sanciones de la ONU en los próximos dí­as y advirtió que su paí­s está dispuesto a suspender el comercio con los paí­ses que hacen negocios con Pyongyang violando las resoluciones de la ONU.

Gran parte del peso del cumplimiento de las sanciones de la ONU descansa en China", comentó Haley. "Trabajaremos con China, trabajaremos con cualquier paí­s que crea en la paz, pero no repetiremos las aproximaciones inadecuadas del pasado".

Diplomáticos aseguran que Pekí­n no está haciendo cumplir las sanciones internacionales impuestas a su vecino y se ha resistido a aprobar medidas más duras, como un embargo petrolero y prohibiciones a la aerolí­nea norcoreana y a trabajadores invitados, así­ como sanciones contra bancos y otras firmas chinas que hacen negocios con Pyongyang.