Sigiloso el diputado priista José Luis Garza Ochoa subió a la tribuna y se colocó atrás de sus homólogos panistas que portaban una manta contra el PRI e intentó arrebatarla.
Por lo menos 5 diputados albiazules afianzaron la manta de protesta y algunos de ellos lanzaron manotazos y hasta un par de puñetazos que el priista esquivó. "parecían porros", diría.
Lo anterior en el zafarrancho en que participaron en la sesión extraordinaria del miércoles en el Congreso de Nuevo León, donde se impidió con la toma de la tribuna por el PAN y el abandono del recinto por el PRI, la revisión de cuentas de los ex gobernadores priistas Natividad González y Rodrigo Medina, así como la ex alcaldesa panista Margarita Arellanes.
"Habían pasado 40 minutos y no permitían seguir los trabajos (los panistas), fue un momento de reacción inmediata, subí y pretendía quitarles la manta, eran 5, lanzaron manotazos que esquivé", dice el legislador, presidente de la Comisión del Transporte.
Garza Ochoa alude que el PAN ha mantenido secuestrado al Congreso y ahora Nuevo León se ha quedado por el momento sin la aprobación de la reestructuración de su deuda ni la bursatilización de algunos recursos.
"Queremos colaborar con el gobernador Jaime Rodríguez, no nos dejaron los panistas", lamenta.
El diputado que en el zafarrancho se dolió de su muñeca izquierda, recibió loas de sus compañeros: "te querían robar el reloj", dijo uno; "antes decían de los priistas, ahora los porros están con el PAN", acotó otro legislador.