CIUDAD DE MÉXICO — Migrantes centroamericanos que viajan por territorio mexicano en una caravana que llamó la atención del presidente estadounidense Donald Trump protestaron el sábado frente a la embajada de Estados Unidos en Ciudad de México.
La capital mexicana es la última escala planeada de una caravana de migrantes que partió a finales del mes pasado desde la frontera entre México y Guatemala para denunciar las políticas hacia inmigrantes y refugiados.
El organizador de la caravana, Irineo Mujica, dijo desde el Monumento a la Independencia, en la Ciudad de México, que el resto de los integrantes de la caravana visitarían el mismo sábado la Basílica de Guadalupe para luego buscar reunirse con representantes de Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
“Estamos buscando alguna reacción, algún cambio en la política”, declaró Mujica.
El pasado martes, cuando los integrantes de la caravana acampaban en un complejo deportivo en el sur de México, Trump tuiteó que “La gran caravana de gente de Honduras, que ahora transcurre por México y se dirige hacia nuestra frontera de “leyes débiles”, debería ser frenada antes de llegar ahí”.
Durante el resto de la semana, Trump anunció que soldados de la Guardia Nacional serían desplegados para reforzar la seguridad a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México, acción similar a las realizadas por los presidentes George W. Bush y Barack Obama.
Funcionarios de inmigración mexicanos visitaron durante varios días el campamento de migrantes en Matías Romero, una localidad de Oaxaca, para tramitar los documentos de quienes querían solicitar residencia en México, visas humanitarias especiales o simplemente cruzar el territorio mexicano para pedir asilo en la frontera con Estados Unidos.
A medida que los migrantes recibían sus documentos comenzaron a abandonar la caravana gradualmente y continuaron sus travesías solos o en pequeños grupos.
Se desconoce de momento cuántas personas permanecieron con la caravana que al principio rebasaba los 1.000 migrantes. Uno de los voluntarios de seguridad del grupo dijo que unas 150 personas llegaron con él el viernes en la noche a la Ciudad de México. Los organizadores agregaron que esperaban la llegada de más migrantes.
La caravana anual Viacrucis del Migrante fue mucho más concurrida en 2018 que en años anteriores. Los organizadores atribuyeron el incremento a la polémica elección presidencial en Honduras y a la persistencia de altos niveles de violencia generada por pandillas en Honduras, El Salvador y Guatemala.
César Ortiz, de 21 años y de La Ceiba, Honduras, dijo el sábado que tenía planeado continuar su viaje hacia el norte con algunos migrantes que conoció en la caravana, pero sólo hasta Tijuana _donde confía en encontrar trabajo.
Las autoridades mexicanas habían deportado a Ortiz en marzo tras detenerlo en la norteña ciudad de Monterrey, pero pronto volvió a México porque, dijo, era muy peligroso para él quedarse en Honduras.
A la pregunta de si intentaría al final cruzar a Estados Unidos, Ortiz respondió que “como está muy loco Donald Trump, hay que esperar”.