La crisis de la sequía está a punto de tocar fondo, pues la región citrícola está a punto de levantarse en armas contra de la decisión de traer el agua a Monterrey, ya que si se entuba el líquido de El Tragadero de Rayones, y de los ríos Pilón y Ramos, esa hermosa región se convertirá en un páramo… sin embargo, la Ciudad necesita agua con urgencia y eso no tiene discusión, acaso lo que faltó es un trabajo político para que los agricultores tengan la certeza de que estas medidas son pasajeras… debajo de estas manifestaciones subyace el temor de que una vez instalada la tubería se quede ‘forever’ y suceda lo que suceda, esa región hermosa y productiva, será destinada a desertificarse…///

Porque atreverse a quemar los tubos y a cerrar la carretera -y con una rabia evidente- son señales muy muy seria, graves diríamos nosotros, por lo que algo se tiene qué hacer… y los usuarios del agua no se pueden dar el lujo de desperdiciar una gota del preciado líquido, pues esto va en serio, no sólo para el área metropolitana de Monterrey, sino para toda la región norteña de México… gulp y recontra gulp…///