El fin de semana pasado, siete alcaldes hondureños solicitaron al presidente del vecino El Salvador, Nayib Bukele, que enviara vacunas anti-Covid-19 a sus municipios, porque su gente está muriendo. El Salvador tiene la tasa más alta de vacunación en Centroamérica (10%), porque el presidente Bukele dio prioridad a la vacunación temprana, incluso de China, que donó 150.000 dosis además de los 2 millones de dosis contratadas. Honduras, sin embargo, ha podido vacunar al 0,56% de sus 10 millones de habitantes, la mayoría con una sola inyección, y aún no se sabe si las segundas dosis necesarias llegarán a tiempo.
Los alcaldes hondureños fueron invitados de inmediato a El Salvador para reunirse con Bukele, el Ministro de Salud y otros. Menos de dos días después de su visita, temprano en la mañana del jueves 13 de mayo, siete grandes camiones azules marcados con “Vacuna COVID-19” salieron de San Salvador y se dirigieron a Honduras, con 34.000 dosis de vacunas donadas. Los funcionarios salvadoreños decidieron que a pesar de sus propias necesidades, debido a que tienen dosis contratadas en su tubería, deberían ayudar a sus vecinos.
Desde el momento en que el convoy de camiones y la escolta policial cruzó a Honduras, hasta que cada camión llegó a su municipio designado, las multitudes se reunieron a lo largo de su ruta. La gente vitoreó, agitó las banderas de ambos países y letreros que decían "¡Gracias Presidente Bukele!" mientras los vehículos que pasaban tocaban la bocina de aprobación. Cuando un camión llegó después del anochecer a su destino final, fue recibido por personas que se alineaban en la calle, esperando para estrechar la mano de los conductores; visiblemente conmovidos, los conductores salvadoreños redujeron la velocidad para sacudir a todos los que pudieron. En otro pueblo, un médico hondureño grabó en video un mensaje de agradecimiento al presidente Bukele frente a un hospital. Un alcalde pronunció un hermoso discurso elogiando este acto de amistad como un paso hacia la restauración de la única nación centroamericana que había existido poco tiempo después de la Independencia.
La Cancillería hondureña tuiteó cuando se anunció la decisión el 11 de mayo:
“La donación de 34.000 dosis de vacunas anunciada hoy en San Salvador demuestra que es posible anteponer la salud a la geopolítica, y que no hay un callejón sin salida donde hay hermandad. En nombre de Honduras: muchas gracias a nuestros hermanos. Agradecemos el apoyo y la reciprocidad que hemos recibido de El Salvador y otros países para ayudar a obtener vacunas que de otra manera le hubieran sido negadas a Honduras debido a la politización de la pandemia ”.
Honduras ahora está tomando medidas en varios niveles de gobierno para establecer algunos vínculos con China. Honduras aún mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, que, como su protector, Estados Unidos, no ha puesto a disposición ninguna vacuna. La Asociación de Alcaldes Hondureños (AMHON) envió esta semana una carta al presidente Bukele a nombre de los 298 municipios del país, solicitando que El Salvador los ayude con los contactos y trámites para que Honduras pueda comprar vacunas a China. El Congreso Nacional de Honduras aprobó ayer una moción pidiendo al Poder Ejecutivo que asegure las vacunas anti-COVID de países productores de vacunas como Rusia, China, India, Cuba "e incluso [!] Estados Unidos", especificando que una oficina comercial sea establecida en China, “entre otros países”, con el fin de facilitar este trabajo.
