Internacional

Francia teme una explosión de violencia

París, Francia. El gobierno francés teme que la tercera manifestación de los “chalecos amarillos” en París, convocada para el sábado, se transforme en una nueva jornada de “gran violencia”.

 Las informaciones recibidas por el ministerio del Interior coinciden en señalar el carácter “extremadamente inquietante” de los datos recogidos por los servicios de inteligencia interior sobre los preparativos que realizan algunos sectores radicalizados de “chalecos amarillos” y, sobre todo, grupos de ultra derecha y extrema izquierda interesados en crear un clima de auténtico caos en la capital.

 Existen fuertes indicios, según el gobierno, de que un “núcleo duro” de agitadores viajará a París “para crear disturbios y enfrentar a las fuerzas del orden con intenciones de crear la mayor cantidad de daños personales e incluso muertes”.

 En previsión de esa perspectiva alarmante, varios miembros del gobierno apelaron a la calma. El ministro del Interior, Christophe Castaner, invitó a los “chalecos amarillos” a no acudir a la manifestación del sábado en París.

 Un llamamiento similar formuló el primer ministro Edouard Philippe. “No se trata de que silencien sus reclamos, sino de “evitar caer en la trampa de quienes se están organizando para sembrar el desorden y el caos”, dijo.

 El temor del gobierno francés parece verosímil, teniendo en cuenta la violencia de los enfrentamientos registrados el sábado pasado, que por momentos tuvieron características insurreccionales, y que marcaron una escalada con respecto a la primera jornada de manifestación. Los principales temores de los servicios de inteligencia atañen algunos grupos de ultra derecha extremadamente violentos que participaron en los disturbios del sábado.

 Los expertos detectaron la presencia de varios grupos de ultras nacionalistas, como la nueva versión de la Acción Francesa (monárquica), los nacionalistas revolucionarios de Bastión Social (ex Grupo Unión Defensa) y Obra Francesa, grupúsculo de fuerte tendencia antisemita y nostálgico del mariscal Philippe Petain, que durante la Segunda Guerra Mundial colaboró con el ocupante nazi.

 Entre las corrientes más activas de extrema izquierda figuran grupos anti-sistema conocidos como “zadistas” porque se nuclean en Zonas a Defender (ZAD) rurales o edificios en poder de “okupas”. Una parte de esa corriente responde a las orientaciones ideológicas de la revista en línea Lundi matin. Esa publicación se identifica con el Comité Invisible, colectivo anónimo que en 2017 divulgó por internet el libro premonitorio La insurrección que viene.

 Pero la mayor preocupación del gobierno reside en la participaron de los estudiantes. Numerosas organizaciones de estudiantes comenzaron a llamar a participar en la manifestación junto a los chalecos amarillos. La asociación de estos elementos amenaza con crear un cóctel que resultará literalmente explosivo.