02/May/2024
Editoriales

Chespirito

Nuestro país ha sido pródigo en artistas populares en la especialidad de la comedia. Cantinflas, Tin Tan, Manolín y Shilinsky, Capulina, Clavillazo, Resortes, Beto el Boticario, y tantos otros que son inmortales en la memoria de los mexicanos. Entre ellos está Roberto Gómez Bolaños (1929 – 2014), un talentoso mexicano que nació para ser parte del espectáculo. Su madre era parte de la distinguida familia Bolaños Cacho, y su padre Francisco Gómez fue un talentoso dibujante en periódicos y revistas importantes, cuyas participaciones eran en su mayoría direccionadas a la sección de espectáculos. El director de cine Agustín Delgado fue el inventor del apodo de Chespirito, pues se le ocurrió tropicalizar el apellido de Shakespeare, dado que admiraba el talento de Roberto a quien consideraba como un pequeño “shakespiarito” término que pronto lo llevó a decirle “chespirito”. Roberto Gómez Bolaños estudiaba Ingeniería en la Universidad Autónoma de México, cuando entendió que lo suyo era la publicidad y el ser creativo, ya que a sus 22 años se le ocurría cualquier cantidad de cosas para llamar la atención. En los años cincuenta se metió a escribir guiones para la radio, el cine y la televisión, medio de comunicación que comenzaba a tomar las grandes alturas. Por dos décadas escribió los guiones de los programas televisivos de mayor rating, como eran Cómicos y Canciones en 1960, y El Estudio de Pedro Vargas, de 1965. En el cine, escribía guiones para Viruta y Capulina. Al cambiar de canal de televisión, creó en su nuevo empleo las series “Los súper genios de la mesa cuadrada”, y “El ciudadano Gómez”. Estas series pronto se transformaron en Chespirito, con personajes como El Chapulín Colorado y El Chavo del Ocho. Esto fue un jonrón, hablando en términos beisboleros. Ya no eran programas semanales de media hora, sino de una hora y se transmitían varios días por semana. Además, para 1973 ya se veían en toda América Latina, en Estados Unidos y Europa. En 1978 escribió, produjo y actuó la película “El Chanfle”, rompiendo todos los récords habidos y por haber en taquilla. Su talento era tan grande que en 2003 publicó un libro de poemas. Luego vinieron otras películas de menos éxito, pero con grandes entradas en taquilla, como “Chanfle 2”, “don Ratón y don Ratero”, y otras que siguen siendo referencia del talento de este actor y director mexicano.

  Su vida sentimental tuvo algunas complicaciones, que terminaron en su divorcio de Graciela Fernández y permitió que su relación con su compañera de trabajo Florinda Meza “La chilindrina” que aparecía en todos sus contratos de trabajo, se hiciera pública, y años después se casaría con ella. 

 

 Chespirito murió en 2014 por problemas respiratorios.