LIMA - El llamado "Sueño americano" en Estados Unidos, que a lo largo del siglo XX fue una especie de tierra prometida para todos los emigrantes del mundo entero, entró en crisis y la ascensión al poder de Donald Trump terminó por esfumar este ideal, afirmó hoy el analista político peruano Juan Carlos Carbajal.
El investigador, egresado de la Universidad Nacional de San Marcos, alertó en una conversación con Xinhua sobre las nuevas políticas aislacionistas y de proteccionismo radical que amenazan con crear una "cortina de hierro" entre Estados Unidos y los países latinoamericanos.
"La política migratoria de Trump está afectando a todos los ciudadanos de los diferentes países que han ido a ese país en busca del llamado sueño americano", expresó Carbajal al analizar la acentuación de las deportaciones de migrantes ilegales latinoamericanos, cuyo número se calcula en unos 11 millones de personas, de los cuales alrededor del 50 por ciento son mexicanos.
El investigador alertó que las nuevas disposiciones legales en contra de los trabajadores migrantes se han vuelto más represivas y han generado graves crisis humanitarias en el seno de las familias trabajadoras, dividiendo a padres e hijos.
"Por ejemplo, el muro que ordenó se construya en la frontera entre Estados Unidos y México ha desatado una crisis entre ambos países, que afecta a muchos emigrantes mexicanos y, en realidad, no sabemos qué repercusiones tendrá en el futuro", expresó.
Carbajal sostuvo que con la construcción de este nuevo muro divisorio, entre dos mundos, se estará reeditando el antiguo Muro de Berlín, que separó a Europa de este y Occidente durante la segunda mitad del siglo XX.
"Simbólicamente, estos muros se construyeron para dividir naciones, para que los pueblos de estas naciones no se puedan comunicar, realizar transacciones comerciales ni establecer relaciones culturales", expresó.
También advirtió sobre las heridas sociales y nacionales que esta política migratoria podría estar sentando en el continente americano, donde Estados Unidos y Latinoamérica son "dos mundos" distintos.
"Cuando no hay este tipo de relaciones, las naciones del mundo se dividen, se desconocen, se alejan unos de los otros y, a la larga surgen conflictos muy graves, como ocurrió con la Guerra fría", lamentó.
El analista, además, alertó sobre el ambiente de desconfianza política que generará el levantamiento de este muro divisorio porque podría estar abonando el campo para próximos conflictos entre Estados Unidos y sus vecinos.
"La desconfianza, que es natural entre individuos, se acrecienta cuando se ve reflejada en grupos humanos y naciones, que en vez de tener relaciones fraternales pueden propiciar relaciones de enemistades, sin razón", explicó.
Con respecto a las amenazas que podrían representar la política exterior de Trump, Carbajal enfatizó que el proceso de apertura comercial, en el contexto de la globalización mundial, no se verá afectado.
"Lo que está pasando en Estados Unidos, creo que es solamente un bache en el camino de la globalización, porque el proceso de apertura comercial es un proceso inevitable", anotó.
De acuerdo al investigador, la aparición de las nuevas tecnologías en el mundo es una de las mayores fortalezas de esta tendencia globalizadora en todo el mundo y superará la política proteccionista de la Casa Blanca.
"La profundización de la globalización es inevitable y esto gracias a la acentuación de la aparición de las nuevas tecnologías en el mundo contemporáneo", puntualizó.
Precisó que Trump, al negar la apertura a las naciones, se está colocando en contra de la tendencia al progreso de la humanidad, que se sustenta en el perfeccionamiento del intercambio comercial y las relaciones entre los pueblos, que inició desde la aparición de las primeras sociedades humanas.
"Con la globalización viene el comercio y el comercio es lo que abre las puertas al progreso económico y social a todas las naciones del mundo, a los vínculos entre los pueblos y su consecuente calidad de vida", resaltó.
De acuerdo al investigador, no solo los países latinoamericanos están sorprendidos por el nuevo fenómeno político llamado Trump, sino también los países de otros continentes, donde ya se siente los efectos de esta política proteccionista.
"Un país que se cierra al mundo es un país que no puede progresar y está condenado al atraso, porque no tendrá los suficientes insumos materiales, humanísticos y científicos, que puedan asegurar su desarrollo pleno", puntualizó.