Espectáculos

Las estrellas reviven como hologramas en el escenario los años 1970

En una primicia mundial, antiguas estrellas de la música francesa regresaron al escenario en Parí­s bajo forma de hologramas, una experiencia espectacular desde el punto de vista técnico, pero también frustrante para los fans.

Claude Franí§ois, Dalila, Mike Brant y Sacha Distel "actuaron" juntos el miércoles por la noche en el Palacio de Congresos, en el estreno de este espectáculo inédito bautizado "Hit Parade".

Tras una programada espera, el holograma de Claude Franí§ois sale al escenario, junto a sus bailarinas conocidas como las "Clodettes". Entona "Cette année-lí ", una legendaria canción francesa, imprescindible en todo final de fiesta.

"Cuando lo vi, me emocioné, pero querí­a que se acercara. Me sentí­ frustrada", afirma Veronique Tudela, de 51 años.

"Es una tecnologí­a ingrata, porque querrí­amos más", resume Thierry, su esposo.

El vestuario y las coreografí­as están sumamente cuidados. Durante hora y media, los í­dolos de los 1970 interpretan una docena de éxitos de la canción francesa como "Gigi l'amoroso" (Dalida), "Qui saura" (Mike Brant) o "Toute la pluie tombe sur moi" (Sacha Distel).

Pero poco a poco, el público va asumiendo los lí­mites de este nuevo tipo de espectáculo.

Los hologramas están en la parte posterior del escenario y el público desearí­a una mayor interacción, una experiencia que superara el hecho de escuchar un álbum o ver una pelí­cula biográfica.

- Seis millones de euros -

El estudio francés de efectos visuales Mac Guff, detrás de las pelí­culas de animación "Gru, mi villano favorito" y "Los Minions", hizo revivir a los cuatro í­dolos franceses, que juntos vendieron 250 millones de álbumes.

Mac Guff utilizó la tecnologí­a de la "motion capture" (captura del movimiento) para recrear los rostros en tres dimensiones y para el cuerpo recurrió a personas de carne y hueso con las mismas medidas de los artistas desaparecidos. También empleó cámaras de muy alta definición, con una calidad doce veces superior a la de una pelí­cula.

El coste total fue de casi seis millones de euros, además de un trabajo titánico de varios años.

Hasta ahora, los espectáculos con hologramas se habí­an limitado sobre todo a breves secuencias, como una sola canción, como fue el caso en 2014 del fallecido Michael Jackson, durante los Billboard Music Awards.

Y la única otra referencia conocida es la actuación hace cinco años del rapero estadounidense Tupac, fallecido en 1996, durante el festival de Coachella, en California.

"Está muy bien hecho, uno no distingue entre lo verdadero y lo falso", asegura en el Palacio de Congresos Katia Cygankiewicz, de 35 años, mientras asiste a un número en el que los hologramas se mezclan con bailarines de carne y hueso.

Pero, "no sabemos si estamos en un concierto o en el cine", afirma.

Gran admiradora de Dalida, Celine Papin, de 41 años, se hace menos preguntas y asegura disfrutar del concierto. "Nunca hemos visto a estos artistas (sobre el escenario), tengo la sensación de remontar en el tiempo", asegura.

Después de Parí­s, el espectáculo "Hit Parade" iniciará en abril una gira por el resto de Francia, Suiza y Bélgica.