Internacional

EEUU: funcionarios electorales, bajo escrutinio en votación

ATLANTA  — Las autoridades federales y estatales estuvieron trabajando durante casi dos años para reforzar la infraestructura electoral estadounidense ante ciberataques rusos o de otros que quieran alterar el proceso de votación. Y resultó que muchos de los problemas estaban cerca de casa.

El voto anticipado previo a los comicios legislativos del martes relevó una amplia variedad de preocupaciones sobre los sistemas de votación y registro de todo el país, desde máquinas que cambiaron la elección de los ciudadanos a formularios de registro rechazados por errores administrativos.

Funcionarios electorales y grupos de derechos de voto temen que la confianza de los electores en los resultados se vea socavada si estos problemas se generalizan el martes, cuando millones de estadounidenses acudan a las urnas para decidir en carreras cruciales al Congreso y a puestos de gobernador.

Ya existe preocupación por las decisiones judiciales de última hora sobre requisitos de identificación, el manejo de las boletas por correo y otros asuntos en un puñado de estados, que generarán confusión entre votantes y trabajadores electorales.

“Esperamos que los trabajadores electorales se vean sobrepasados, igual que los votantes, y habrá muchas boletas provisionales”, señaló Sara Henderson, directora de Common Cause en Georgia, donde grupos de derechos de voto plantearon numerosas dudas sobre la seguridad de los comicios y el acceso de los electores.

Estos problemas surgen en medio de un aumento del interés en la jornada electoral: el registro de votantes y el voto anticipado alcanzan cifras mucho más elevadas de lo habitual en unos comicios de mitad de legislatura.

Estos comicios son los primeros a nivel nacional desde que Rusia atacó los sistemas de elección estatal en la carrera presidencial de 2016. Funcionarios federales, estatales y locales han estado trabajando para hacer que la amplia variedad de sistemas electorales del país sean más seguros. Se reforzaron las protecciones de ciberseguridad y se mejoraron las comunicaciones y el intercambio de inteligencia.

El Departamento de Seguridad Nacional, el FBI y otras agencias federales abrieron centro de mando para ayudar a las oficinas electorales estatales y locales con cualquier problema importante que pueda surgir.

“Queremos que estén lo más informados posible”, apuntó Matt Masterson, asesor de ciberseguridad del Departamento de Seguridad Nacional.

Por el momento no ha habido indicios de que Rusia o algún otro actor extranjero hayan intentado lanzar ciberataques contra los sistemas de votación en ningún estado, según las autoridades federales.

Pero el voto anticipado y el registro de votantes acarrearon problemas en una serie de estados. Se detectaron máquinas defectuosas en Texas y Carolina del Norte, envíos de correos incorrectos en Missouri y Montana, y problemas con el registro de votantes en Georgia y Tennessee.

En otros estados, incluyendo Kansas, hay centros electorales que cerraron o se consolidaron, lo que generó preocupaciones porque los votantes no puedan ejercer su derecho al sufragio si no pueden encontrar la forma de llegar a ellos para depositar sus boletas.

En los últimos días, surgieron dudas sobre la integridad de los comicios en Georgia, donde la carrera a gobernador es una de las más seguidas del país.

Unos 6.500 observadores de una coalición de grupos derechos civiles y de derechos de voto se desplegarán en todo el país para ayudar a quienes tengan problemas en los centros de votación. Esto es más del doble de los movilizados en 2016, aunque el número de observadores federales se ha reducido.