11/May/2024
Editoriales

Cuidado con los enfrentamientos internos

El destacado médico francés Jean-Paul Marat incursionó en el periodismo y en la política que se convirtieron en sus principales actividades, dejando a la ciencia y la medicina en un segundo plano.

Fue asesinado cuando tomaba una ducha en la tina de baño, en donde escribía. 

Sufría de dermatitis seborreica, que contrajo cuando lo perseguían y hubo de esconderse en las cloacas de París, así que debía bañarse con agua caliente varias veces al día, por lo que acercó la tina de baño a su escritorio y allí escribía.

Quien lo apuñaló fue Carlota Corday, mujer normanda fanatizada por la propaganda política, que estaba en la casa de Marat so pretexto de darle la lista de enemigos del estado, pues el país estaba absolutamente dividido y exaltado. 

inicialmente se dijo que a Marat lo habían pasado por la guillotina, porque en esa etapa de la revolución, cualquier desacuerdo político llevaba al cadalso.

Por ejemplo, Saint Just acusó a Dantón inspirado por Robespierre, y Dantón fue sentenciado a muerte. 

Y en gesto de desagravio, éste pidió dos cosas; que su cabeza fuera exhibida en público y que le dieran sus testículos a Robespierre, pues los iba a necesitar. 

No pasaron tres meses de su ejecución cuando Saint Just y Robespierre fueron decapitados también, acusados de cualquier otra cosa que tuviera que ver a favor del estado. 

Los revolucionarios odiaban cada vez más a los monárquicos, y como no querían competencia, había que deshacerse del mayor número posible de posibles enemigos. 

Finalmente consiguieron debilitar tanto a la república que pronto, Bonaparte tomó el poder y se convirtió de facto en monarca, gracias a la revolución anti monárquica. 

Este ejemplo del crimen de Marat y un ambiente divisionista debe servirnos, pues un país en donde dos o más facciones se agreden consuetudinariamente tiene una crisis real y siempre será sencillo derrotar por quienes pretendían combatir las partes enfrentadas.