La crisis es total; en todas partes y en todas las actividades. No perderé tiempo dando mi punto de vista acerca del origen y el tratamiento masivo de la pandemia; para enfrentar este reto necesitamos hacer algo urgentemente porque la calificación de nuestro país se ha desplomado en los aspectos importantes. Es decir, México y los mexicanos estamos en un grave proceso de devaluación ante los ojos el mundo, y algunas de nuestras fuentes de empleo y de divisas extranjeras pasan por su peor momento. Como la actividad turística, pues la vacunación llegará mucho después que en otras naciones, y no cualquiera se arriesgará a venir a un lugar donde la gente pueda ser portadora del famoso Covid 19.  

No se necesitan estudios profundos para entenderlo, con el sentido común es suficiente; entre las actividades con graves problemas de sobrevivencia, están las relacionadas con el deporte, la hotelería, los restaurantes, las joyerías, los cinemas, fisicoculturismo, y muchas otras más.

Pero la crisis más preocupante es la educativa, pues la desigualdad económica se refleja más claramente en ésta que en todas las demás actividades: hay niños que batallan para hacer las tres comidas diarias, y por supuesto que no tienen una tableta electrónica ni una computadora para “asistir a clases”. 

La educación es una necesidad de primer orden; no saldremos bien librados de esta catástrofe si el promedio de nuestros niños no sabe lo que debe saber de acuerdo a su edad. Ellos tienen la capacidad inventiva para sacar a este buey de la barranca.

No necesariamente deben ser grandes profesionistas, pues nunca hemos conseguido que en alguna generación la mayoría termine los estudios universitarios.  

En realidad no es tan importante que lo sean, pues la historia está llena de genios como Da Vinci, Edison, Einstein, Picasso, Von Braun y Jobs, que concibieron nuevas fórmulas para solucionar viejos problemas. Y muchos de ellos no fueron grandes estudiantes: Edison tuvo sólo tres meses de educación formal, y es el arquetipo del inventor. Bill Lear hizo posible el primer radio para automóvil, el primer sistema estéreo de ocho canales y creó el Lear Jet. Soichiro Honda revolucionó el mundo de las motocicletas y el automóvil ecológico; y ni Lear ni Honda estudiaron más allá del segundo año de secundaria. Bill Gates dejó Harvard a los 19 años y también Steve Jobs estuvo en Reed College menos de un semestre, pero ellos, como todos los grandes genios de la historia, en su tiempo leyeron y estudiaron mucho fuera del sistema educativo, es decir, fueron autodidactas, porque tuvieron las condiciones para estudiar por su cuenta. 

Sin embargo, ahora el problema de nuestros niños y jóvenes es que muchos no tienen la insustituible herramienta para estudiar, es decir, no tienen una computadora, por lo tanto no tienen esa alternativa de ser autodidactas. 

Los genios de antes no necesitaron computadoras porque en primer lugar no existían, pero además en su tiempo no tenían la competencia que ahora tienen nuestros jóvenes.

La inversión que debe hacer el Gobierno Federal, es “armar” a todos nuestros estudiantes con una tableta electrónica para que puedan defenderse en la “guerra” que se avecina; y si nuestros jóvenes se salvan, ¡México se salva!