En vísperas de la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, (WEF, por siglas en inglés), en donde se reúnen unos 2,500 "lideres" políticos y de la economía del moribundo sistema trasatlántico, el director del WEF, Klaus Schwab presentó su plan del día del juicio. Schwab advirtió que la crisis de refugiados que inundó a Europa en el 2015 no va a ser nada comparada con lo que está por venir: "Miren cuantos países africanos, por ejemplo, dependen del ingreso de las exportaciones de petróleo. Ahora imaginen mil millones de habitantes, imaginen que todos ellos se mueven hacia el norte". Esto podría llevar a una "desintegración social sustancial" señaló.
La desintegración social y una enorme despoblación es el resultado intencional de las política de despoblación de las cuales Schwab es un testaferro. Contrario a lo que muchos habían predicho, la inmigración a Alemania de países destrozados por la guerra como Siria y otros, ha continuado durante los meses de invierno. Reuters cita un alto funcionario alemán anónimo quien dijo: "Uno no puede menos que imaginarse qué sucederá cuando mejore el clima... Tenemos hasta marzo, quizá hasta el verano, para encontrar una solución europea" al problema de los refugiados, o se podría desintegrar toda la Unión Europea (UE).
Ya se ha visto un aumento dramático de las olas de refugiados a Alemania de países del norte de ífrica como Marruecos y Argelia, que se ha quintuplicado desde julio del 2015. En cada uno de los meses de noviembre y diciembre, llegaron más refugiados de estos dos países que en todo el año del 2014. Argelia es precisamente uno de estos países que describe Schwab; sus ganancias por exportaciones dependen en un 97% de las exportaciones de petróleo y gas.
China tiene un enfoque muy distinto al problema: desarrollo e integración a la Nueva Ruta de la Seda. El 18 de enero, China y Argelia firmaron un acuerdo para un nuevo complejo portuario en Cherchell por $3,300 millones de dólares, a 55 millas al oeste de la capital Argel.