El investigador alemán Rudolf Bilz realizó en 1967 un experimento con ratas. Arrojó a uno de esos animalitos a un recipiente con agua y las paredes lisas no le permitieron salir. Pasaron quince minutos de nado continuo y, extenuado, murió a causa del estrés. Luego repitió el experimento con otro animalito en las mismas condiciones, pero a los cinco minutos le puso una tabla de madera con la que pudo salvarse. 

Al siguiente día arrojó de nuevo al agua al animalito sobreviviente pero ahora no le puso el madero para que se salvara, y no murió de estrés; nadó para sobrevivir durante ochenta horas sin descanso hasta que se colapsó por el esfuerzo y murió. 

Es claro que este animalito tenía la esperanza de que en cualquier momento llegaría la tabla que le salvaría, y por eso sobrevivió tanto tiempo. 

Algo parecido sucede a los nuevoleoneses.

Antaño tuvimos una tabla de salvación que aumentó nuestra capacidad de sobrevivencia.

Pero hemos vivido desesperanzados estos últimos años; muchos fueron abatidos por la pandemia y otros por la economía. 

Sin embargo, el cambio de gobernador trajo esperanzas, como tabla salvadora, es decir, aumentó nuestra capacidad de sobrevivencia, y nadaremos mucho más ahora.

Pero el nuevo gobernador debe aprovechar esta oportunidad de ser realmente la tabla de salvación de miles y miles de nuevoleoneses que esperamos cambios favorables en la forma de gobernar.

Se rodeó de buen equipo -señal positiva-, y esperamos que no se encandile con los reflectores mediáticos, privilegiando los programas de trabajo al disfraz de ministerio público.

Queremos un gobierno exitoso, que no busque likes, sino resultados favorables para todos.