Marzo 5 de 1825: se publica la primera Constitución polí­tica del Estado de Nuevo León. Como en ese tiempo no estaba consolidado el constitucionalismo en el mundo, nuestra Carta estatal hubo de tomar elementos de variopinto. De la Carta de Cádiz nos quedó la división de poderes, con un Poder Ejecutivo fuerte; y de la constitución francesa se tomaron los deberes del hombre. De la tradición romana se tomó el principio de juzgar por medio de un personaje preparado académicamente, ya sea juez o magistrado, no un jurado, como funciona en el derecho sajón. De Francia se tomaron los deberes del hombre; y de otras Cartas se hicieron adecuaciones para que Nuevo León contara con una de las Cartas más modernas. Esta Constitución que hoy recordamos, funcionó 9 años, hasta el advenimiento de la República central, y con los graves problemas nacionales que provocó entre los que destaca una infinita sucesión de presidentes federales, vino provocando a su vez otra cascada de gobernadores locales. Hoy nos rige la Constitución de 1917 que es una increí­ble Carta que es tomada como ejemplo en otras naciones, pues permite la convivencia de los principioscapitalistas, como la propiedad privada, con las reivindicaciones sociales de condiciones laborales, seguridad social, y educación básica gratuita para todos. Es una lástima que el Gobierno deje pasar las oportunidades para propalar el contenido de nuestra Carta Magna.