Pues los resultados electorales en Coahuila e Hidalgo siguen generando miles de lecturas e interpretaciones políticas acerca de su significado, pues todo mundo entiende que la relación de fuerzas no cambió un ápice, pero el zapato coahuilense significa mucho… no cambió nada porque ambas entidades ya se sabía que eran y seguirán siendo priístas, por lo que ese aspecto no cuenta mucho, pero el significado es que si el presidente López Obrador no pudo arrebatarles el poder en estas pequeñas elecciones, con todo su poder, controlando el INE, la Suprema Corte de Justicia, el Poder Legislativo y a muchos medios de comunicación, algo anda mal… significa que los miles de millones de pesos que se regalan mensualmente a los ninis, adultos mayores, adultos menores y adultos jóvenes no los convoca a que salgan a votar en favor de sus candidatos, algo anda muy mal, y si todavía se piensa que las elecciones del próximo mes de junio van a ser un día de campo, después de ver ¡un zapato electoral! Como no lo veíamos desde hace décadas, algo anda muchísimo muy mal…///

Localmente siguen sin acomodarse bien a bien las cosas y continúan las expresiones que posiblemente se traduzcan en acciones determinantes de las posturas políticas respecto a lo que sucederá en materia electoral… ya vimos las declaraciones de Luis Donaldo Colosio diciendo que lo dicho por el líder moral del partido MC, Dante Delgado respecto a que aquí no habrá alianzas con otras fuerzas políticas no es definitivo… a varios panistas haciéndole el “fuchi” al senador Víctor Fuentes; a Héctor Gutiérrez de la Garza dando a entender que él va con Clara Luz Flores, y a los alcaldes metropolitanos del PRI reconociendo la labor del alcalde Adrián de la Garza Santos… ahora habrá qué ver cómo se traduce todo eso en el acomodo en las boletas electorales… ¿estamos?...///