El periódico Regiodeporte es, desde 1976, una referencia deportiva en Nuevo León.

Se especializa en la publicación de los deportes de aficionados, sin dejar de cubrir los más relevantes aspectos del deporte profesional.

A lo largo de cuatro décadas se imprimió en papel hasta que, ante la modernidad, por diversas causas como el costo ecológico de la materia prima y una dificultad creciente de distribución por calles congestionadas, se transformó en un medio electrónico.

Durante todo este tiempo el periódico sufrió un solo robo hace unos veinte años, pero en menos de una semana la autoridad recuperó lo robado y detuvo al ladrón.

Sin embargo, el día 16 de septiembre de 2021, el portal electrónico de Regiodeporte dejó de aparecer en el ciberespacio y el editor recibió un mensaje diciendo que el periódico estaba secuestrado y que para liberarlo se debería depositar 50 mil dólares en cierta cuenta bancaria.

Hablé con el Secretario de Seguridad Pública estatal y me dijo que las investigaciones son competencia de la Fiscalía General del Estado.  

El abogado del periódico fue a la Fiscalía y de ahí lo derivaron a la delegación de la PGR, en donde el día 24 de ese mismo mes recibieron la denuncia y desde esa fecha están buscando al jáquer ladrón, pues se supone que todo robo cibernético deja una huella que permite identificar de qué computador se cometió el delito. 

Mientras, seguimos a la espera de que se rescate el portal, a sabiendas de que ya no tendrá lectores y se deberá partir de cero suscripciones, es decir, regresar a los años setenta.

Este duro golpe para Regiodeporte ha repercutido en su personal que está en graves problemas económicos. 

Es necesario que las autoridades se apliquen a dar un mejor servicio de seguridad tal como merecemos los neoloneses, y que en este caso se identifique al o los responsables y se les haga pagar el daño ocasionado.

Porque una justicia sin castigo es injusticia y cuando le falta fuerza, es un mal que debemos combatir.