
Dentro de la metafísica existe la numerología, que estudia el significado oculto de los números; y no busca contactarse con ‘espíritus’ sino entender la ventura de las personas.
Para empezar, debemos saber qué significa cada uno de los números.
El número 1 (masculino) se le relaciona con quien tiene la idea o dice qué hacer, sin embargo, puede ser una persona importante y/o importante.
El número 2 (femenino) se vincula con el arte, la intuición y la emotividad.
El número 3 representa la capacidad de comunicación, para cantar o pintar.
El número 4 es el signo de la seguridad, la responsabilidad, la proveeduría y el liderazgo.
El número 5 significa un carácter demasiado cambiante, poco serio.
El número 6 es el signo del arte, del buen gusto y la amistad.
El número 7 significa espiritualidad, religión, y metafísica.
El número 8 representa la ambición y la capacidad de mando.
El número 9 es el signo del maestro, de la abnegación, y el amor familiar o de grupo
El número 10 significa el tiempo y la continuidad de la vida.
En la antigua práctica de la numerología, la carta de nacimiento de una persona consiste en cuatro números fundamentales. Tres se extraen del nombre y el otro de la fecha de nacimiento. Quienes manejan la numerología descubren con ellos el carácter, el destino y los ciclos vitales de quien se analiza. Lo primero para empezar el estudio es traducir el nombre a números conforme a una tabla que ubica los 9 números y debajo de ellos las letras del abecedario en orden.
Así, debajo del número 1 están la A, la J, y la S. Del 2 están la B, la K, y la T. Del 3 están la C, la L y la U. Y así sucesivamente.
Luego viene la reducción de los números, con una simple suma: la U que ocupa el lugar vigésimo primero se convierte en tres pues 21= 2 +1=3.
Los tres números del nombre se determinan sumando el valor numérico de las tres series distintas de letras que lo integran: primero todas las vocales; después las consonantes; y al final el total de las letras del nombre.
El total numérico de vocales del nombre se denomina Número del Alma, que determina las ambiciones, motivaciones, criterio y actitud de la persona.
El total de consonantes proporciona el Número de Personalidad Externa, que refleja el aspecto físico, la salud y la conducta.
El total del nombre de nacimiento completo se conoce como Número de la Senda del Destino, que es la suma de aptitudes y logros de esa persona y el modo en que influye en los demás.
El sistema es un poco complejo, y no hay espacio para escribirlo pues sería aburrido, además, no estoy seguro de haberlo entendido bien.
En fin, para quienes creen en la numerología, hay muchos elementos que influyen pues según esto, si una persona cambia de nombre, eso influye pero no demasiado pues los datos del nacimiento siguen siendo los mismos.
Recuerdo sin tratar de ofender a los arquitectos gremio en el cual tengo infinidad de amigos, una anécdota que cuenta el ingeniero civil Carlos Martín del Castillo, refiriéndose al ingeniero Javier Barros Sierra, a quien le presentaron en una ocasión a un arquitecto dándole como referencia de que era un gran matemático.
Barros Sierra, agudo como lo era, respondió inmediatamente:
_¿Un arquitecto matemático? Será, en todo caso, numerólogo.