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Jóvenes están expuestos a la violencia como entretenimiento

México - Los adolescentes están expuestos a ver la violencia como entretenimiento, en un mundo globalizado cada vez hay más influencias externas y casos como el ocurrido en un colegio de Monterrey se dan en diferentes paí­ses, sostuvo la investigadora Feggy Ostrosky, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Señaló que existen múltiples variables que intervienen en acontecimientos de este tipo y la frustración y la idea de venganza son elementos clave en el caso de ese joven que, en una secundaria, atentó con un arma de fuego contra su maestra y algunos de sus compañeros, y luego se suicidó.

La titular del Laboratorio de Psicologí­a y Neuropsicologí­a de esa entidad universitaria dijo que el acto muestra una frustración adolescente. "Querí­a vengarse de algo. El estrés dispara este tipo de emociones, primero atacando a los demás y luego a sí­ mismo; la situación es una llamada de atención para los padres y los maestros, pues ese nivel de enojo se detecta".

Aún hace falta saber sobre el caso, pero llama la atención que supiera manejar un arma, pues incluso la cargó, indicó en un comunicado.

Feggy Ostrosky comentó que en las primeras informaciones de este caso se habla de un chico depresivo. "En general, estas personas tienen menos guí­as en su vida, desesperanza; hay que saber si provení­a de una familia suicida o si era bipolar".

Algo que alertó a la universitaria es que, según se observa en el video, dos chicos más hablaron con el suicida en dos ocasiones y salieron del salón, por lo que podrí­a haber más implicados. "Es obvio que el adolescente estaba frustrado, estaba enojado y querí­a vengarse, no sabemos si de algo interno o externo".

En este caso, abundó la experta, "me llama la atención que ni la maestra, en una escuela privada en donde hay psicólogos, ni la madre ni el padre, detectaran que pasaba algo grave con el chico. Cuando alguien está deprimido tiene mucha agresión contra sí­ mismo, y si decide suicidarse, la agresión se vierte hacia afuera y determina matar para luego matarse, es algo muy caracterí­stico de los asesinos en masa".

A su vez, Eduardo Calixto González, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM y jefe del Departamento de Neurobiologí­a del Instituto Nacional de Psiquiatrí­a Ramón de la Fuente Muñiz, consideró que probablemente se trate de un evento desencadenado por un proceso depresivo o una crisis de ansiedad.

Se advierte un problema y, en consecuencia, subrayó, cuando hay enojo o ansiedad considerables los lí­mites se pierden y pueden detonarse acontecimientos como éste.

Sin embargo, hay un punto importante: quien lo generó es un individuo de 15 años, cuya corteza prefrontal todaví­a no está formada. "Es la zona en donde se forman los lí­mites sociales, y en los varones termina de desarrollarse a los 26 años, aproximadamente", detalló.

í‰se es el problema con los adolescentes: no tienen freno. Seguramente hay un trastorno asociado a esta inmadurez fisiológica. A esa edad, independientemente de la personalidad, no hay corteza prefrontal. Además, pudo haber tenido un trastorno de personalidad, remarcó el investigador.

"Por eso los vemos, sin generalizar, con incapacidad para aceptar la frustración. Aún más: en especial los varones tienen niveles elevados de testosterona y esto deriva en que muestren menor capacidad de aceptar errores o circunstancias".

En tanto, Jorge ílvarez Martí­nez, también de la Facultad de Psicologí­a y experto en la vertiente social de esta disciplina, manifestó que el caso de Monterrey podrí­a abordarse desde diversos enfoques.

Se debe indagar el entorno, qué tipo de relaciones tení­a en el ámbito escolar, si era alumno irregular o no, si estaba en una situación crí­tica en su casa. "Pero sin datos duros es difí­cil un diagnóstico".

Para llegar a ese punto, el experto señaló que algunos cuestionamientos deben ser aclarados: ¿sus problemas eran de tipo familiar, con el grupo o con el profesor?, ¿no tení­a ninguno y fue un acto demencial?

Comentó que en general en México los estudiantes de educación media y superior no han sido un problema, como ocurre en otros paí­ses.