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Vital que México tenga políticas de reducción del daño causado por abuso de drogas: Cristina

Ante el creciente abuso y uso problemático de sustancias ilí­citas en México, la presidenta de la Comisión de Gobernación, senadora Cristina Dí­az propuso una iniciativa para reformar la Ley General de Salud para incluir y regular polí­ticas de reducción del daño en tratamiento de adicciones.

"El debate público actual en México nos obliga a repensar y replantear nuestra polí­tica de drogas, sobre todo porque la realidad de hoy es muy distinta a la de hace dos décadas y los patrones de consumo y trasiego han cambiado alcanzando niveles alarmantes, destacó la legisladora priista, quien en noviembre pasado propuso regular el uso medicinal de la marihuana y permitir la importación de medicamentos con cannabis.

Cristina Dí­az consideró que es vital incluir polí­ticas de reducción del daño causado por el uso abusivo de sustancias, así­ como la necesidad de replantear conceptos que estigmatizan y discriminan a los consumidores.

Señaló que en atención a la situación actual y en concordancia con diversos expertos, la iniciativa pretende replantear algunas de las medidas establecidas por el Estado Mexicano para el tratamiento de personas con uso problemático de sustancias.

Además con la iniciativa se busca –indicó- eliminar el concepto "farmacodependiente" para referirse a personas que tienen un consumo problemático, al ser discriminatorio, estigmatizante y criminaliza al usuario.

Requerimos polí­ticas públicas eficaces para prevenir el consumo, no para criminalizar al usuario; y debemos brindar los tratamientos necesarios para la rehabilitación de la persona que consume, no estigmatizarla y dejarla en el desamparo.

"La adicción se define como una enfermedad crónica, pero no como un delito", dijo.

En su posicionamiento ante el Pleno del Senado de la República, la legisladora por Nuevo León propuso marcar la diferencia entre un usuario experimental o casual y uno dependiente o abusivo, ya que no todo consumo es adicción.

La senadora del PRI resaltó que las polí­ticas de reducción de daño no son nuevas; se han implementado exitosamente desde hace más de 60 años, como sucedió con los programas de sustitución de heroí­na por metadona en Canadá y Estados Unidos; o el canje de jeringas vinculadas al uso de drogas en Europa, disminuyendo la transmisión de la Hepatitis B, VIH-SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.

Por ello, México no debe ser ajeno a estas prácticas de reducción de daños, que incluso son impulsadas por organismos internacionales como la OMS, ONUSIDA y el Fondo Mundial de Población.

Hoy estamos en un momento crucial en el análisis de la polí­tica de Drogas, y es urgente tomar medidas que atiendan la nueva realidad que señala que el consumo de cocaí­na en México alcanza niveles similares a los de Estados Unidos, el principal consumidor mundial de esta droga. No podemos desestimar este hecho, acotó.

Como también –agregó- que el consumo de drogas ilí­citas entre estudiantes de 10 a 18 años en México se duplicó en los últimos 23 años y, aún más preocupante, la edad de inicio del consumo de drogas bajó a 12 años. Esto es relevante porque a más temprana edad de consumo, más probable pasar del uso al abuso y dependencia de drogas.

Además, que el 11.4 por ciento de los estudiantes de nivel superior requiere tratamiento por consumo de sustancias, generando costos importantes para las familias y para el Sector Salud.

Debemos anteponer el enfoque de salud sobre la visión punitiva y retomar conceptos y prácticas que han demostrado su eficacia en el tratamiento de adicciones, en la prevención de transmisión de enfermedades e incluso en la prevención de muertes por el uso de sustancias ilí­cita.