SEíšL - El aluvión de publicidad que Corea del Sur lanzó a través de la frontera con Corea del Norte pone a los países rivales "al borde de la guerra", dijo un funcionario en Pyongyang, en la primera respuesta oficial del estado a la represalia surcoreana por la prueba nuclear de su vecino.
La cuarta prueba nuclear que Corea del Norte realizó el miércoles disgustó a Estados Unidos y China, que no habían sido notificados previamente, aunque el Gobierno estadounidense y expertos en armas dudan de la declaración norcoreana de que el dispositivo lanzado fue una bomba de hidrógeno.
En represalia al accionar de Pyongyang, Corea del Sur inició el viernes transmisiones por altavoces a lo largo de su frontera, que son consideradas un insulto por su aislado vecino del norte. La última vez que Seúl desplegó los altavoces, en agosto del 2015, se produjo un cruce de artillería entre ambos.
"Celosos por la exitosa prueba de nuestra primera bomba de hidrógeno, Estados Unidos y sus seguidores están llevando la situación al borde de la guerra, (...) retomando la publicidad psicológica y trayendo bombarderos estratégicos", dijo Kim Ki Nam, jefe del departamento de Propaganda del Partido oficial.
Las declaraciones se produjeron durante una manifestación el viernes, que fue transmitida por medios estatales y en las que se mostró lo que parecían ser miles de personas reunidas en el centro de Pyongyang sosteniendo carteles de salutación al líder del empobrecido país, Kim Jong Un, que cumplía años ese día.
Los comentarios de Kim Ki Nam, fueron la primera respuesta oficial a la publicidad surcoreana.
En las alocuciones, difundidas mediante altavoces ubicados en 11 zonas a lo largo de una frontera fuertemente militarizada, un locutor masculino asegura que Kim Jong Un y su mujer usan ropa que cuesta miles de dólares. Otro mensaje asegura que la política de Kim para impulsar la economía y su programa nuclear es poco realista.