18/May/2024
Editoriales

El ballet

En el siglo XVIII los teatros procuraban tener espectáculos atractivos, como la ópera y el ballet. La competencia entre los teatros y desde luego entre los directivos de las compañías de arte, hicieron que en el año de 1796, Charles Didelot ideara un sistema novedosos que se apoyaba en un juego de alambres, por medio del cual podían ser elevadas en el aire las bailarinas de ballet. Esto le permitía al público ilusionarse como que las chicas volaban en forma espectacular ejecutando sus paso de baile. El éxito fue enorme, las salas se llenaban hasta lo máximo, al grado que rápidamente se transformó el gusto del público por el ballet, pues la estética mejoró mucho y además el baile tenía cierto sentido de etereidad, algo que llegó para quedarse. Tanto fue el éxito por este nuevo gusto estético, que obligó a las bailarinas de ballet a intentar la apariencia de un vuelo, aprendiendo a bailar de puntitas, algo que ahora se nos hace normal. Pero que, sin embargo, es uno de los retos mayores para quienes se dedican a este arte.