WASHINGTON — Mientras se extinguen los incendios forestales en California y la gente reconstruye sus vidas tras el paso de dos huracanes, un nuevo reporte federal advierte que ese tipo de desastres naturales extremos están empeorando en Estados Unidos. El informe que la Casa Blanca dio a conocer el viernes en forma discreta contradice en algunos puntos al presidente Donald Trump.
La Evaluación Climática Nacional fue escrita mucho antes de los devastadores incendios forestales en California este mes y de los huracanes Florence y Michael en Florida y la costa este. Dice que los fenómenos extremos causados por el calentamiento global “se han vuelto más frecuentes, intensos, extendidos y largos”. El reporte federal indica que en los últimos años se han impuesto récords por daños en Estados Unidos, con costos de casi 400.000 millones desde el 2015.
Los recientes incendios forestales del norte de California pueden ser atribuidos al cambio climático, aunque hay una relación menor con los del sur de California, dijo el coautor William Hohenstein, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
“Un clima más cálido y seco ha aumentado las zonas quemadas en los últimos 20 años”, afirmó Hohenstein el viernes en una conferencia de prensa.
El reporte se realiza cada varios años porque así lo pide la ley y se basa en más de 1.000 estudios previos. Detalla cómo el calentamiento global causado por la quema de carbón, petróleo y gas está afectando cada región de Estados Unidos y su impacto en los diferentes sectores de la economía, incluyendo la agricultura y la energía.
“El cambio climático está transformando dónde y cómo vivimos y representa crecientes desafíos a la salud humana y a la calidad de vida, la economía y los sistemas naturales que nos sustentan”, de acuerdo con el informe.
Esto incluye el que el agravamiento de la contaminación atmosférica provoque problemas cardiacos y pulmonares, el aumento de enfermedades transmisibles por insectos, el posible incremento de muertes durante olas de calor, y alergias más desagradables.
“Según proyecciones, las pérdidas anuales en algunos sectores económicos alcanzarán cientos de miles de millones de dólares para finales de siglo: más del doble del producto interno bruto (PIB) de muchos estados de Estados Unidos”, de acuerdo con el informe.
Será especialmente costoso en las costas de la nación debido al aumento del nivel de los mares y las marejadas ciclónicas, que reducirán el valor de las propiedades. Y en algunas zonas, como partes de Alaska y Luisiana, las inundaciones costeras probablemente obligarán a la gente a reubicarse.
“Estamos viendo las cosas que dijimos que pasarían, pasando ahora en la vida real”, dijo la coautora del reporte Katharine Hayhoe, de la Universidad Tecnológica de Texas. “Como científica del clima es casi surrealista”.
Y el coautor Donald Wuebbles, científico climático de la Universidad de Illinois, dijo: “Vamos a seguir viendo cómo los episodios climáticos severos se vuelven más fuertes e intensos”.
Lo que hace al informe distinto de otros es que se enfoca en Estados Unidos, y después a nivel más local y detallado.
“Todo el cambio climático es local”, dijo el científico climático Richard Alley, de la Universidad Estatal de Pensilvania, quien no participó en el informe pero lo elogió.
Mientras los científicos hablan sobre las temperaturas promedio a nivel global, la gente resiente más los extremos, agregó.
“Vivimos en nuestras sequías, nuestras inundaciones y nuestras olas de calor. Eso significa que tenemos que enfocarnos en nosotros”, apuntó.
La temperatura en los 48 estados contiguos de Estados Unidos ha aumentado un grado centígrado (1,8 grados Fahrenheit) desde 1900, y 0,6 grados centígrados (1,2 grados F) en las últimas décadas, según el informe. El reporte advierte que para el final del siglo, el país tendrá temperaturas promedio de entre 1,6 y 6,6 grados Celsius (3 y 12° Fahrenheit) más elevadas, dependiendo del volumen de gases de invernadero que se lancen a la atmósfera.
Científicos externos y funcionarios de 13 agencias federales escribieron el informe, que fue hecho público la tarde posterior al Día de Acción de Gracias. Su difusión estaba prevista inicialmente para diciembre.
El contenido del informe contradice a menudo declaraciones y tuits anteriores del presidente sobre la legitimidad de la ciencia del cambio climático, hasta dónde es culpa de los seres humanos, cuál es su periodicidad cíclica y qué es lo que está causando el aumento de los recientes incendios forestales.
Trump tuiteó esta semana sobre el clima frío que ha azotado al este: “una ráfaga helada brutal y extendida podría romper todos los récords - ¿Qué le pasó al calentamiento global?”
El informe del viernes pareció anticipar ese tipo de comentarios, afirmando lo siguiente: “En escalas de tiempo más cortas y regiones geográficas más pequeñas, la influencia de la variabilidad natural puede ser mayor a la influencia de la actividad humana... Sin embargo, en escalas de tiempo climáticas de múltiples décadas, la temperatura global continúa aumentando en forma constante”.
La difusión del informe en el Black Friday “es un intento transparente del gobierno de Trump para sepultar este informe y continuar la campaña de no solo negar sino suprimir lo mejor de la ciencia climática”, declaró el coautor del estudio, Andrew Light, experto en política internacional en el Instituto de Recursos Mundiales.
Durante una conferencia de prensa el viernes, funcionarios relacionados con el informe declinaron en repetidas ocasiones responder preguntas sobre la fecha en la que fue dado a conocer y por qué contradice las declaraciones públicas de Trump. El director del informe, David Reidmiller, dijo que las preguntas sobre la fecha eran “pertinentes”, pero señaló que el contenido del texto era más importante.
Trump, funcionarios del gobierno y republicanos electos afirman con frecuencia que no pueden determinar hasta dónde el cambio climático es causado por el hombre y hasta dónde es un proceso natural.
Después de que citara numerosos estudios, el informe afirma que más del 90% del calentamiento actual es causado por los seres humanos. Sin los gases de efecto invernadero, las fuerzas naturales _tales como los cambios en la energía proveniente del Sol_ estarían enfriando ligeramente a la Tierra.
“No hay explicaciones humanas o naturales alternas creíbles que estén sustentadas por la evidencia recabada en las observaciones”, se afirma en el documento.