21/May/2024
Editoriales

Machetazo a caballo de espadas

 

 

Soy admirador declarado de Winston Churchill, por lo que evito hasta donde puedo escribir más allá de sus éxitos. Sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo, algunas veces perdía sus debates, a pesar de ser orador fogoso, escritor notable y guerrero indomable. 

Una de esas veces fue cuando casualmente coincidió en una fiesta con Ramsay MacDonald, primer ministro inglés en distintas ocasiones, entre ellas de 1931 a 1935. 

Churchill le dijo: _Nunca podrá cumplir usted las promesas que su partido hace al pueblo.

Y el líder del laborismo contestó: 

_Seguramente, pero al menos cumpliremos las que ustedes hicieron... 

Hasta acá se escuchó la sonora bofetada.