12/May/2024
Editoriales

El tren Bala de Monterrey, que terminó siendo el Tren Maya, puede revivir los asaltos al ferrocarril

Desde octubre de 2005 el candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió que cuando gobernara construiría un Tren-Bala con velocidades de 350 kilómetros por hora. Ese tren bala conectaría la Capital mexicana con las ciudades de Guadalajara, Chihuahua y Monterrey con corridas a cada treinta minutos, y tres categorías de pasajes, incluyendo, desde luego, uno muy económico.   

Nos gustó porque en México el modo de transporte carretero acapara el 99% del pasaje, el aeronáutico el 0.7%, el ferrocarril el 0.2%, y el marítimo el 0.1%. Era una buena propuesta pues el tren llamado El Regiomontano dejó un estupendo recuerdo; con salidas diarias de Monterrey a la ciudad de México, y varias categorías de pasaje hasta una que incluía alcoba y cena. 

La promesa de AMLO se parecía al servicio que existe en Rusia, donde un tren con características similares llamado el “Grand Express” que es un tren – hotel de lujo fue el primero de capital privado, que corre diariamente de Moscú a St. Petersburgo a una gran velocidad, como el que tendríamos nosotros con el tren - bala. 

En el ruso, los pasajeros eligen entre un boleto de 50 dólares viaje sencillo, u otro de lujo que cuesta 380 dólares de tarifa. Los primeros van sentados, mientras los que pagan boleto de primera clase, disfrutan de una decoración en oro y carmesí en “habitación” individual con un sillón que se transforma en cama, WC y regadera, además de televisor pantalla plana con canal satelital y acceso inalámbrico a internet.

AMLO mostraba hasta secciones del proyecto: en las zonas urbanas habría tres niveles de trazo coincidente con los derechos de vía del ferrocarril tradicional, que se conservaría en el primer nivel; en un segundo piso se ubicaría el Tren Bala, y en un tercer piso avenidas para tránsito vehicular, incrementando las superficies de rodamiento para disminuir los déficit que tienen nuestras ciudades. Muy atractivo proyecto.

Sin embargo, cuando López Obrador triunfó en las elecciones fue en 2018, y olvidó aquel proyecto de Tren – Bala para construir el Tren Maya, en la península de Yucatán, que está siendo cuestionado por los ecologistas. Y a como se ven los indicadores de seguridad, se teme que para esa modalidad de transporte, conforme a la visión oficial de regresar todo al pasado, se pueda poner de moda los asaltos a los trenes, así como en las películas viejas.

Porque no deja de ser atractivo asaltar un tren sabiendo que si llegara el ejército, simplemente se recibirían abrazos, no balazos.