Este lunes, en la conferencia mañanera; “Lo celebro”, respondió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la pregunta de; ¿qué piensa sobre la marcha contra su gobierno?, también llamada marcha fifí. El presidente añadió que tenían todo el derecho de manifestarse y los convocó “a seguir haciéndolo” en entera libertad, para luego pasar a explicar que “es natural” que lo hagan, puesto que son “los conservadores” , una corriente “que siempre ha existido en México “, por encima de otras definiciones como porfirismo, marxismo, comunismo, neo liberalismo etc.; y en este momento están reaccionado a lo que su gobierno está haciendo que es un “cambio de régimen” ; un gobierno que no vino “ a estar de adorno”, sino que ha decidido atender primero a los más desvalidos , a los que menos tiene y por lo tanto, “no soy monedita de oro”.
AMLO explicó después que su movimiento había tardado 36 años en quitar el poder a los conservadores y que estos quedaron ahora como el partido comunista de Rusia después de la caída del muro, “se quedaron flotando”. Luego explicó que el conservadurismo es una “forma de pensamiento que siempre ha existido y tiene que existir”, y que como ocurrió después de los gobiernos de Juárez y Lerdo, “después de la República restaurada” (1867-1876) y pudo regresar en la forma del porfirismo y duró 34 años, mientras que los neo liberales, que fueron un “neo porfirismo”, duraron 36 años en el gobierno y son una corriente que no termina, que permanece en la historia del país. En ese contexto, la marcha fifí de este domingo sería el inicio de una ofensiva de los conservadores para recuperar el poder. No por la vía los partidos políticos conservadores sino por la vía de este movimiento “ciudadano”, que es anti AMLO “per se”.
Es decir, se opone al presidente porque ser quien es sin formular alternativa alguna. Detrás de este movimiento “ciudadano” están los grupos oligarcas mexicanos que han perdido terreno y temen perder más; así como sus aliados internos en el Banco de México, los medios de comunicación, y grupos financieros. Desde afuera, instituciones como el Fondo Monetario Internacional o las calificadoras Fitch, Moodys etc. que también la han declarado la guerra al gobierno y, dentro el gobierno de Washington, el ala neo conservadora con John Bolton a la cabeza, la corriente que operó, bajo los gobiernos de George Bush y Barak Obama, las invasiones de Libia, Irak, Afganistán y patrocinan a la oposición en Siria e intentan un golpe de estado en Venezuela. Esos neo conservadores son al mismo tiempo, vía el FBI y el Departamento de Justicia, los que dirigen la “lawfare” o guerra legal, que denunciaron Cristina Kirchner y Dilma Rousseff, contra los gobiernos que intentan ser soberanos en América Latina y otras regiones del mundo.