A principios del siglo XX ir a visitar el actual Museo del Obispado, antes Palacio de Guadalupe, histórico recinto simbólico de nuestra ciudad de Monterrey, que fue fortaleza militar en todas las luchas armadas como en la independencia y en la invasión norteamericana, significaba recorrer un largo camino que aquí­ apreciamos. Las casas edificadas en los terrenos adyacentes al cerro del Obispado siempre han sido palaciegas. Una familia regiomontana espera posiblemente un medio de transporte y un can la custodia. Bella época la de entonces y hermosa ciudad que era la nuestra. Foto de La Gaceta, del Casino Monterrey. Texto: LEB