WASHINGTON - Los nueve magistrados de la Corte Suprema de Estados Unidos discutirán en privado el viernes la posibilidad de admitir una apelación del presidente Barack Obama que busca revivir su plan de proteger a 4 millones de inmigrantes de la deportación, una medida que pasó por alto al Congreso de mayoría republicana.
El máximo tribunal podría comunicar su decisión el viernes por la tarde, definiendo si tomará parte en la disputa, que podría establecer un precedente legal para otros casos que se están desarrollando.
El decreto de Obama del 2014, emitido después de que el Congreso no aprobó una ley de inmigración elaborada bajo consultas con demócratas y republicanos, fue bloqueado por otras cortes estadounidenses, luego de que Texas y otros estados presentaron demandas, argumentando que el mandatario abusó de su autoridad presidencial bajo la Constitución.
Los magistrados tendrán que decidir si admitirán o no una apelación del Gobierno sobre un fallo emitido en noviembre por una corte de Nueva Orleans que ratificó una decisión del 2015 de un tribunal de Texas que resolvió dejar sin efecto el decreto de Obama.
La orden ejecutiva de Obama, que removió la amenaza de deportación que pesaba sobre más de 4 millones de inmigrantes, beneficiaba a personas sin antecedentes criminales cuyos hijos son ciudadanos estadounidenses. Las personas elegibles estarían en la posibilidad de trabajar legalmente y recibir subsidios federales.
A los estados no se les obligaría a otorgar beneficios.
En vista de que algunas de sus principales iniciativas legales han sido rechazadas por los legisladores republicanos, el presidente demócrata ha recurrido a decretos para eludir al Congreso en temas como la inmigración, el control de armas, las políticas medioambientales y la reforma de salud, llamada también "Obamacare".