Washington.- Durante demasiado tiempo, un pequeño grupo en la capital de nuestra nación ha cosechado los frutos del gobierno mientras el pueblo ha sufragado los costos.
Washington floreció – pero el pueblo no se benefició de esa riqueza.
Los políticos prosperaron – pero los empleos desaparecieron, y las fábricas cerraron.
El sistema se protegió a sí mismo, pero no protegió a los ciudadanos de nuestro país
Sus victorias no han sido las victorias de ustedes; sus triunfos no han sido los triunfos de ustedes; y mientras ellos celebraban en la capital de nuestra nación, las familias que luchan en todo nuestro país tenían muy poco que celebrar.
Los estadounidenses quieren grandes escuelas para sus hijos, vecindarios seguros para sus familias, y buenos empleos para sí mismos.
í‰stas son las demandas justas y razonables del público honesto.
Pero para muchos de nuestros ciudadanos, existe una realidad diferente: Las madres y los niños atrapados en la pobreza en nuestras zonas urbanas; fábricas oxidadas esparcidas como lápidas por todo el paisaje de nuestra nación; un sistema de educación con mucho dinero, pero que priva de conocimientos a nuestros jóvenes y hermosos estudiantes; y la delincuencia, las pandillas y las drogas que han robado demasiadas vidas y le han robado a nuestro país tanto potencial desaprovechado.
Esta masacre estadounidense termina aquí y ahora.
Una por una, las fábricas cerraron y abandonaron nuestras costas, sin siquiera pensar en los millones de trabajadores estadounidenses que dejaron atrás.
La riqueza de nuestra clase media ha sido arrancada de sus hogares y luego redistribuida en todo el mundo.
Pero ese es el pasado. Y ahora estamos mirando sólo hacia el futuro.
Traeremos de vuelta nuestros empleos. Traeremos de vuelta nuestras fronteras. Traeremos de vuelta nuestra riqueza. Y traeremos de vuelta nuestros sueños.
Construiremos nuevas carreteras y autopistas, puentes y túneles, aeropuertos y ferrocarriles en toda nuestra maravillosa nación.
Nuestro pueblo ya no necesitará el bienestar social porque tendrá empleos – reconstruyendo nuestro país con manos estadounidenses y trabajadores estadounidenses.
Seguiremos dos reglas sencillas: Comprar productos estadounidenses y contratar trabajadores estadounidenses.
Que nadie les diga que no se puede lograr. Ningún desafío es demasiado grande para el corazón, la lucha y el espíritu de Estados Unidos.
No fracasaremos. Nuestro país crecerá y prosperará nuevamente.
Nos encontramos en el nacimiento de un nuevo milenio, listos para revelar los misterios del espacio, para liberar el planeta de las miserias de la enfermedad, y para encauzar las energías, las industrias y las tecnologías del mañana.
Un nuevo orgullo nacional conmoverá nuestras almas, levantará nuestras aspiraciones, y sanará nuestras divisiones.