Espectáculos

Conserje de un gran hotel en Cannes: 40 años al servicio de las estrellas

Cannes - Pí­danle lo imposible y hará lo máximo posible. Jefe de los conserjes del Majestic, uno de los hoteles más famosos de Cannes, Roger Bastoni debe atender todos los caprichos de las estrellas que asisten al festival internacional de cine.

"Mi oficio es servir", explica Bastoni, de 69 años, al borde de una piscina de agua turquesa junto al imponente edificio art deco del Majestic Barrií¨re, una de las joyas de la Croisette.

Con su cabellera gris impecablemente peinada, traje oscuro que decoran en la solapa dos prendedores con forma de llaves doradas, sí­mbolo distintivo de su profesión, Roger Bastoni es el rostro visible del cinco estrellas.

"Los que leen el diario por la mañana estarán felices de tenerlo para el desayuno, otros necesitarán cambiar un boleto de avión, o pedirán ir a ver un partido de fútbol. Todas esos pedidos aterrizan en el mostrador del conserje".

"Debo estar en un estado de concentración permanente, nunca sé lo que me van a pedir", agrega este hombre nacido en Cannes, que dio sus primeros pasos en la profesión como botones en el gran hotel Martí­nez a los 14 años. Luego pasó por otros hoteles famosos: el Carlton de Londres, el Hilton de Milán, antes de instalarse definitivamente hace 40 años en el Majestic.

Hoy dirige un equipo de unas veinte personas, incluyendo choferes, maleteros y mandaderos que traen las compras realizadas por los clientes en las tiendas de lujo de la Croisette o compran por orden del conserje ropa, flores y chocolates.

- Cada minuto cuenta -

Durante el Festival, todas las estrellas del cine mundial se dan cita en Cannes, muchas de ellas en el Majestic. La presión llega a su nivel máximo durante el evento.

Una vez, el equipo de una pelí­cula se percató a las 11 de la mañana que el vestido de "una gran actriz francesa" que supuestamente debí­a ser entregado en la tienda Dior de Cannes... le estaba esperando en Parí­s.

Cada minuto cuenta: Roger Bastoni apela a sus contactos, logra hacer llegar el vestido por avión y entregarlo en la habitación de la estrella, justo a tiempo para la alfombra roja.

¿Infalible, el conserje del Majestic? "Podemos errar, perder una valija, entregar un vestido en la habitación equivocada", admite. El secreto es estar siempre sonriente y no perder la calma.

"Es mi oficio hacer comprender a alguien que algo no es posible, por x razones", explica Bastoni. "Hay que tener --lo diré con elegancia-- el talento y la expresión necesarias". Discreción y confidencialidad son las palabras clave del oficio y Bastoni nunca jamás revelará nombres.

Cada año, el ambiente vuelve a tensarse al cierre del festival cuando todos quieren reservar un vuelo a último minuto para irse de Cannes. "El vuelo está lleno y no vamos a sacar a un pasajero para colocar a un cliente, por famoso que sea", cuenta el conserje, pero "le vamos a dar opciones": alquilar un auto con chofer, un viaje en avión privado, etc.

Apasionado de su profesión, Roger Bastoni transmitió su entusiasmo a sus dos hijos Yannick y Gilles. El primero es jefe de conserjes del Fouquet's en Parí­s, el segundo trabaja desde hace 10 años junto a su padre en el Majestic. ¿Su principal calidad? "Casi nunca pierde la calma", asegura su hijo.