13/May/2024
Editoriales

Arriba el ánimo

Estos días están muy cargados de problemas. Apenas salimos de los contagios masivos de la pandemia del Covid, cuando se nos apareció una nueva cepa que pinta horrible y para acabarla de amolar, dicen que llegó otra, la de un virus del mono, o algo así.

La despiadada sequía nos agrede porque no se le ve fin y el calor continúa en ascenso.

Crece desmedida y salvajemente la violencia, mientras renuncian los funcionarios que se decían expertos.

La contaminación ambiental asusta cuando se coteja con las demás ciudades del país.

Ahora la economía, además de contraída, se contagió de un virus terrible llamado inflación.

Estos son sólo los problemas públicos, más los personales que pueden ser asuntos de salud propios o de alguna persona de nuestra familia, y varios etcéteras más.

Estas dificultades son parte de nuestra pesada carga, y otra es la normal, como las diferencias cotidianas con nuestros competidores laborales, los adversarios, y con el vecino que nos cae como le caemos: gordo.

Tales problemas podrían generarnos insomnio, pero no podemos darnos el lujo de desanimarnos; sería una debacle personal con repercusiones en nuestros seres queridos.

Este sombrío escenario me recuerda un cuento que alguien me contó hace años:

Corría la especie de que el diablo se retiraba de su oficio y había puesto en remate sus herramientas en una especie de `Venta de garage´. 

Había en ese remate mucha mercancía a buen precio: envidia, celos, malicia, odio, y mentiras.

Y en un anaquel especial estaba una herramienta que se veía muy usada, cuyo precio era el más caro de todos.

_Oiga don diablo ¿cómo se llama esa herramienta?

_Desánimo, dijo el interfecto

_ Se me hace muy cara, alguien le dijo

_Es que esa herramienta es la más útil, pues cuando logro meterla en el alma de una persona, me adueño de ella totalmente. 

El desánimo es lo peor que nos podría suceder; sería muy difícil retomar el ánimo que, sin él, nada se puede hacer, pues iríamos rodando cuesta abajo, como dice un tango.

Ciertamente tenemos cualquier cantidad de problemas, pero absolutamente todos pueden ser superados si estamos en buenas condiciones anímicas.

Cualquiera podemos tropezar, pero con buen ánimo algunas veces hasta no reímos de la caída y nos levantamos con más ganas de continuar adelante en el camino de la vida.