LONDRES — Los diplomáticos de la Unión Europea estaban reunidos el viernes para finalizar el borrador del acuerdo de divorcio entre Gran Bretaña y el bloque, pero España advirtió que se opondría al acuerdo si no se le garantizaba la posibilidad de opinar sobre el futuro de Gibraltar.
Los líderes de las naciones de la UE se reunirán el domingo para firmar el acuerdo, que establece los términos de la salida de Gran Bretaña en marzo próximo y establece un marco para las relaciones futuras entre ambas partes, pero España no está satisfecha.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, tuiteó que las posiciones de Londres y Madrid “permanecen lejanas” al respecto y añadió que “si no hay cambios vetaremos el Brexit”.
España quiere que el futuro del pequeño territorio enclavado en el extremo sur de la Península Ibérica - cedido a Gran Bretaña en 1713 pero sobre el que Madrid reclama su soberanía _ sea un asunto bilateral entre las dos naciones. Las autoridades españolas están preocupadas porque una cláusula clave del documento, que hace referencia a las negociaciones entre Londres y Bruselas sobre su relación en el futuro, no menciona a Gibraltar.
Madrid no tiene poder para vetar el acuerdo, que no necesita ser aprobado por unanimidad, pero sí podría demorar un futuro acuerdo de libre comercio entre Gran Bretaña y la UE, que requeriría del visto bueno de los 27 socios comunitarios.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, criticó la insistencia de España para obtener una garantía por escrito señalando que “Gibraltar ha demostrado que quiere realmente un compromiso directo con España”.
“España es la puerta física y geográfica a Europa para Gibraltar”, dijo Picardo a la BBC. “Lo reconocemos y no hay absolutamente ninguna necesidad del veto para sentarnos a la mesa”.
Si los líderes del bloque aprueban el acuerdo, este tendrá que ser ratificado por los parlamentos europeo y británico, una tarea complicada para la primera ministra, Theresa May, ya que su Partido Conservador no tiene mayoría en la Cámara de los Comunes.
May respondió el viernes a preguntas de oyentes en un programa de radio en un intento por recabar el apoyo de la población para el acuerdo, que fue criticado tanto por políticos partidarios del Brexit como de permanecer en la UE.