La derrota de Morena en Coahuila, con amplia ventaja, manda un mensaje al partido guinda: dividido y sin aliados, no tiene la misma fuerza, explican expertos en temas electorales.
El norte del país se resiste a Morena. El partido del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha logrado ganar en Chihuahua, Nuevo León y Durango. Este 4 de junio, tampoco pudo arrebatarle al PRI la gubernatura del estado de Coahuila.
“El norte es donde hay más resistencia a Morena y la 4T”, subraya Arturo Espinosa Silis, director del Laboratorio Electoral. Sin embargo, el virtual triunfo de Manolo Jiménez, candidato de la alianza del PRI, PAN y PRD, es resultado de la división interna del partido y el menosprecio a sus aliados políticos.
De acuerdo con el Conteo Rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), Manolo Jiménez ganaría la gubernatura hasta con 58.1% de los votos, mientras que Armando Guadiana, candidato de Morena, obtendría apenas 21.9% de los sufragios.
La amplia ventaja entre los dos principales contendientes manda un mensaje al partido guinda: dividido y sin aliados, no tiene la misma fuerza.
“Morena no se puede dar el lujo de postular a cualquiera. Dos, divididos no tienen la misma fuerza, sí necesitan a sus rivales, y no tanto para que les den los votos para ganar, sino porque la división le quita los votos con los que gana”, subraya Espinosa Silis.
Declinaciones y división
Desde que Ricardo Mejía rechazó la encuesta de Morena que seleccionó a Armando Guadiana como el candidato a la gubernatura y buscó el cobijo del Partido del Trabajo (PT), Morena en Coahuila se fracturó. Esto evitó que se concretara una alianza con sus principales aliados.
Las declinaciones de último momento del PVEM y el PT, que a días de la jornada electoral retiraron el apoyo a sus candidatos Lenin Pérez y Ricardo Mejía, respectivamente, no impidieron que el error previo le restara votos a Armando Guadiana. Casi 15 puntos, estiman.
Por esto, los resultados preliminares no sorprenden, sostiene Espinosa Silis. “A lo mejor sorprenderá a quienes no querían ver la realidad, pero era lo que se esperaba: una amplísima ventaja de Manolo Jiménez en Coahuila”, comenta.
Además, esta elección da claves para 2024. Según Javier Rosiles Salas, politólogo e investigador en temas electorales, confirma al PAN como la fuerza opositora más fuerte y mantiene a Coahuila como la única entidad en alternancia política, gobernada siempre por el PRI.
“Coahuila acumulará un siglo, 100 años ininterrumpidos de un solo partido”, recordó.
La jornada electoral
En Coahuila se instaló el 100% de las casillas y la participación ciudadana se estimó en 56%, de los 2.3 millones de posibles electores. Los cuatro candidatos a la gubernatura votaron antes del mediodía. Manolo Jiménez y Armando Guadiana lo hicieron en Saltillo; Ricardo Mejía en Torreón y Lenin Pérez en Acuña.
Horas antes del cierre de las casillas, dos de los candidatos a la gubernatura denunciaron supuestas detenciones ilegales de representantes de sus partidos políticos. El candidato de Morena, Armando Guadiana, denunció a través de su abogado que 27 personas, entre representantes de casillas de Morena y colaboradores, fueron detenidos sin órden de aprehensión. El abogado aseguró que los han mantenido incomunicados judicialmente. Quince de las detenciones ocurrieron en el municipio de Piedras Negras.
En el mismo sentido, el candidato Ricardo Mejía denunció en sus redes sociales que tres representantes del Partido del Trabajo fueron detenidos de manera ilegal por la policía de Coahuila. El candidato exigió la liberación inmediata de sus colaboradores y acusó al gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, de supuestamente ordenar su detención ilegal.
Durante el resto de la tarde, los candidatos casi no hicieron declaraciones, hasta que se difundieron los primeros resultados.
Festejos y acusaciones
El primero en posicionarse fue Manolo Jiménez, candidato del PRI, PAN y PRD. En una conferencia de prensa aplaudió los resultados que le daban ventaja sobre a sus contrincantes.
“Todo apunta a que tenemos una ventaja de doble dígito, estamos muy contentos. Este gran equipo con el que vamos a trabajar es el equipo ganador de esta contienda electoral”, dijo.
Después, Armando Guadiana reconoció que los números de la elección no le favorecen. Acusó que la jornada electoral fue una “elección de Estado” al señalar la supuesta intervención del gobernador Miguel Riquelme, del PRI.
“Es consecuencia de la injerencia descarada del gobernador del estado a través de la policía estatal y algunas municipales. Esa es la realidad, hicieron mella y fue una elección de estado", insistió.
Más tarde, el candidato Ricardo Mejía aceptó también la derrota. Sin embargo, sostuvo que fue una votación histórica para el movimiento que lo arropó y no contó con el respaldo de ningún gobierno o grupo económico.
Aunque lamentó que la participación ciudadana fuera menor que en 2017, cuando alcanzó el 60% de la lista nominal, agradeció a las personas que votaron por él. “Los votos a la candidatura que represento son votos libres, de hombres y mujeres valientes y comprometidos”, indicó.
Lenin Pérez criticó que las elecciones en México son desiguales, porque los partidos grandes reciben más y mejores recursos para la promoción de sus candidatos. Pese a la falta de piso parejo, afirmó que el partido Unión Democrática Coahuila llegó para quedarse y trabajará para lograr la alternancia en el estado. “No nos quedamos con una campaña, esto apenas comienza”, sostuvo en un video difundido en sus redes sociales.
Los aliados de Morena y el 2024
El amago de Mario Delgado, presidente nacional de Morena, dio frutos. Tras declarar una semana antes de la elección que, si la gubernatura se perdía por no ir en alianza con el PT y el PVEM, no habría coalición para la elección presidencial de 2024, estos partidos retiraron el apoyo a sus candidatos Ricardo Mejía y Lenin Pérez, respectivamente.
Bajarse de la contienda estatal da pistas del destino de ambos partidos para el próximo año. El analista Arturo Espinosa Silis considera que el Verde es un partido astuto, que sabe jugar sus cartas. Primero, quiso ir con un propio candidato a la gubernatura de Coahuila y cambió su postura, declinando en favor del aspirante de Morena, hasta que aseguró una ficha para 2024: la aparición de Manuel Velasco, el ex gobernador de Chiapas, como una "corcholata" más, es decir, un posible aspirante a la presidencia de la República.
En cambio, el PT actúa cuando un arreglo no le conviene: “aprovecha y toma alguno de los descontentos de Morena, quedan en el movimiento, pero afuera del movimiento”, apunta.
