Internacional

El régimen sirio sigue avanzando en Alepo

Las fuerzas del régimen sirio estaban a punto este de conquistar este martes un importante barrio rebelde en Alepo, mientras rusos y estadounidenses se acusan recí­procamente de bloquear cualquier intento para poner fin a los sangrientos combates.

Tres semanas después del inicio de su gran ofensiva para reconquistar la totalidad de Alepo, las fuerzas gubernamentales, apoyadas por combatientes iraní­es y libaneses de Hezbolá, se enfrentaban este martes a los rebeldes en el barrio de Shaar.

"Es el barrio residencial más importante del corazón de Alepo-Este, que está a punto de caer", según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane.

"Si cae, los rebeldes quedarán arrinconados en la parte sureste (de Alepo) y el régimen podrá acentuar la guerra de usura" contra ellos, según él.

Además, el gobierno de Damasco afirmó este martes que rechaza cualquier tregua en Alepo si no hay una retirada de todos los rebeldes de esta ciudad.

"Siria no dejará a sus ciudadanos del este de Alepo como rehenes de los terroristas y hará todo lo posible para liberarlos", indicó un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores.

"Por tanto rechaza cualquier intento" de "instaurar un alto el fuego en Alepo Este que no prevea la salida de todos los terroristas", indicó el comunicado.

La ví­spera, en Nueva York, en el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia -aliado de Damasco- habí­a puesto su veto junto a China a una resolución que pedí­a una tregua de al menos siete dí­as en Alepo.

Es la sexta vez que Moscú bloquea una resolución del consejo sobre Siria, desde el inicio del conflicto, en marzo de 2011, que ya ha dejado más de 300.000 muertos.

- Diálogo de sordos -

La canciller alemana, Angela Merkel, calificó este martes de vergonzosa la incapacidad de la comunidad internacional de ayudar a la ciudad siria de Alepo.

"Alepo es una vergí¼enza (...), que no hayamos logrado establecer corredores humanitarios, pero debemos seguir luchando", dijo.

En este contexto, los diferentes grupos rebeldes están en una difí­cil posición tras haber perdido dos terceras partes de los barrios de Alepo que conquistaron en 2012.

Al menos dos de ellos dijeron el lunes que "combatirán la ocupación rusa e iraní­ hasta la última gota de sangre", según Abu Abdel al Rahman al Hamui, un responsable del grupo Jaish al Islam, que se referí­a a los aliados del régimen sirio.

Los rebeldes reaccionaban así­ al anuncio que hizo el lunes Moscú de próximas conversaciones entre rusos y estadounidenses en Ginebra, previstas este martes o miércoles, para tratar la evacuación de los rebeldes de Alepo.

Pero la reunión fue anulada debido a las divergencias entre las dos potencias.

Estados Unidos se niega a hablar "seriamente" de Alepo, epicentro de la guerra en Siria, acusó este martes el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.

Estados Unidos, por su lado, acusó a Moscú de intentar ganar tiempo y de tomar medidas dilatorias.

- Una victoria para el régimen -

Una salida de los rebeldes de Alepo supondrí­a una victoria para el régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, pues los rebeldes perderí­an así­ su principal bastión en Siria y solamente conservarí­an el control de la vecina provincia de Idleb y de algunos sectores cerca de Damasco y en el sur.

Se estima que antes de la ofensiva de Damasco, el número de combatientes anti-régimen en Alepo Este era de entre 8.000, según la ONU, y 15.000, según el OSDH.

Pero tras cuatro años de resistencia, estos grupos ya no logran oponerse a la superioridad aérea y terrestre de las fuerzas pro-régimen.

El número de rebeldes muertos desde el comienzo de la última ofensiva es desconocido. Pero, desde entonces, al menos 341 civiles han muerto, entre ellos 44 niños, mientras que más de 50.000 de los 250.000 habitantes de Alepo Este han huido, según el OSDH.

Además, 81 personas, entre ellas 31 niños, perecieron en los barrios gubernamentales de Alepo, por disparos rebeldes, que también provocaron la muerte de dos médicos rusos que trabajaban en un hospital de campaña, según Moscú.