ÁMSTERDAM. Airbus presentó en Ámsterdam un prototipo de su taxidrone, un invento del futuro para transportar personas dentro de las ciudades, una vez que el tráfico esté regulado, y que pone de relieve que la tecnología y la legislación se están desarrollando a diferentes velocidades.
"Estamos seguros de que este mercado será muy rentable y veremos una evolución paulatina en los próximos cinco años, cuando los vehículos empiecen a madurar, a ser certificados y a introducirse en las ciudades", explicó el ingeniero industrial de Airbus, Eduardo Domínguez.
Junto al fabricante alemán Audi, socios en la fabricación de este nuevo artilugio llamado "Pop.Up Next", ambas empresas hicieron una demostración a escala 1:4 en directo en el centro de conferencias RAI de este modelo diseñado por Italdesign, que nada tiene que ver con el habitual drone de pequeño tamaño.
Un vehículo, especialmente fabricado para este fin, se engancha a un drone enorme no tripulado y ambos hacen uso de la combinación de la velocidad de un vuelo y la versatilidad de un coche para transportar personas: aterriza en una plataforma plana de forma autónoma y se pone en marcha en la carretera, sin necesidad de hacer más maniobras.
Todo esto es muy prometedor, pero requiere ahora una definición de rutas aéreas y por eso Airbus ya ha elaborado una arquitectura de cómo debe ser ese sistema, y está intentando definir con más precisión los aspectos militares y de aviación civil y comercial.
El siguiente paso es establecer el "ecosistema que van a necesitar estos vehículos", dice el ingeniero, y después integrarlo en las ciudades, no solo en los entornos urbanos sino también en los aeropuertos y espacios tradicionales del tráfico aéreo.
"Lo que probablemente hagamos es adaptar las infraestructuras aeroportuarias e introduzcamos un espacio para este tipo de vehículos, en colaboración muy estrecha con los servicios de tráfico aéreo para integrar las operaciones que van a ser más de carácter urbano", agrega el también director de la Unidad de Movilidad Aérea Urbana de Airbus.
En algunos países, como Suiza, los drones ya pueden entregar paquetes a domicilio, pero en otros lugares como Holanda o España esto aún no está permitido por la ausencia de una legislación: el problema aparece por cuestiones de seguridad, en las zonas con alta densidad de población.
La industria es consciente de que la tecnología se está desarrollando a gran velocidad, a destiempo con la legislación, y ahora los drones no sólo pueden entregar la compra, sino también transportar un vehículo, pero en la vida real y hasta que no haya reglas, no dejan de ser prototipos del transporte del futuro.
Quien tendrá que respaldar estas operaciones serán las autoridades nacionales, que son las que controlan los espacios aéreos, y luego las locales, que ponen orden en el espacio urbano, señala Domínguez Puerta.
En una intervención ante cientos de participantes -ingenieros y empresarios en la Semana Internacional del Drone en Ámsterdam que cierra hoy sus puertas, Bulc subrayó que "para llegar ahí (a usar un taxidron), tenemos que regular al mismo ritmo que innovamos", lo que supone establecer estándares globales.
Este invento, que a simple vista parece ciencia ficción, podría ser clave para aliviar la congestión de las grandes ciudades, al dividir el tráfico entre aire y tierra, señalaron diferentes ingenieros.