12/Nov/2024
Editoriales

Marzo 27 de 1847: Luego de una heroica defensa, Veracruz capitula frente al invasor norteamericano

Marzo 27 de 1847: Luego de una heroica defensa, Veracruz capitula frente al invasor norteamericano. Desde el 9 de marzo habí­an desembarcado en las cercaní­as del puerto 14 mil marines comandados por el capitán Winfield Scott, apoyado por lo coroneles Twigs y Worth (el antecedente de la fiereza de este último, es que fue quien depredó –ejecutó- a todos los indios seminoles de Florida).

Los altos mandos en Washington decidieron mandar tropas de Nueva Orleans rumbo a Veracruz porque desde allí­ es más cerca llegar a la ciudad de México que desde Monterrey, plaza que tení­a dominada Taylor, además San Juan de Ulúa era inexpugnable desde el mar, pero por tierra era otro panorama y le consideraban una de las fortificaciones más seguras del continente. Entre los dí­as 22 y 27 de marzo, Scott asedió implacablemente al puerto de Veracruz, aumentando los bombardeos hacia objetivos militares, pero habí­a muchos "daños colaterales" entre la población civil. Este bombardeo es el más criminal y despiadado que haya sufrido jamás ciudad alguna en nuestro paí­s (otro que podrí­a compararse fue después cuando el francés Forey bombardeó Puebla en 1863).

Sin embargo, los soldados y los habitantes del puerto mexicanos, lejos de ceder, dieron muestras de valor increí­bles, y el 24 de marzo los cónsules de España, Inglaterra y Francia se presentaron ante Winfield Scott para solicitarle un alto al fuego para que salieran de Veracruz las mujeres y los niños. Scott respondió con un discurso breve: ¡No!. Suspenderí­a el bombardeo sólo cuando entregaran la plaza, así­ que ante la negativa de soldados y pobladores mexicanos, se incrementó el castigo. Los defensores eran sólo 3 mil soldados comandados por el general Juan Morales, y Manuel Villanueva y José Luelmo.

La plaza se entregó hasta que la ciudad estaba despedazada, sin ví­veres ni municiones para su defensa. Así­ que el 27 de marzo se elevó una banderita blanca, como con ganas de que no la vieran los gringos, pero sí­, y entraron los marines norteamericanos. En ese momento cayó Veracruz e inmediatamente cayó México. La capitulación se hizo con todos los honores para los vencidos, y se respetó la propiedad privada y el culto católico. Empero, el calor llegaba y con él, la fiebre amarilla por lo que los norteamericanos tení­an prisa por salir de Veracruz. Scott enviaba partes de su tropa cuando le llegaban recursos de EU, los que estaban racionados porque el presidente Polk querí­a nombrar al senador de Missouri, Tomas Hart Benton como cabeza de la misión rumbo a la ciudad de México.

La polí­tica norteamericana estaba muy caliente pues Scott estaba con los wighs anti esclavistas, lo que molestaba a Polk, quien no tení­a en mente su reelección pero no querí­a que la presidencia cayera en manos de los wighs, y además Polk muere en 1849. Los altos polí­ticos norteamericanos temí­an que Taylor o Scott aprovecharan sus triunfos militares en México capitalizándolos rumbo a la sucesión presidencial. Pero ese ya es otro tema, lo que hoy se conmemora es que Veracruz se rinde tras una verdadera defensa heroica.