Ademas construyo un ejercito de hackers y drones
WikiLeaks comenzó su nueva serie de filtraciones sobre la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos. Bajo el nombre clave clave "Vault 7? (Bóveda 7), se trata de la mayor publicación de documentos confidenciales de la agencia.
La primera parte completa de la serie, "Year Zero", comprende 8.761 documentos y archivos de una red aislada y de alta seguridad ubicada dentro del Centro de Ciberesferencia de la CIA en Langley, Virgina.
Recientemente, explica WikiLeaks en su web, la CIA perdió el control de la mayoría de su arsenal de hackers, incluyendo malware, virus, troyanos, sistemas de control remoto de malware y documentación asociada. "Esta colección extraordinaria, que asciende a más de varios cientos de millones de líneas de código, le da a su poseedor el conocimiento sobre toda la capacidad de pirateo de la CIA".
Esta colección extraordinaria, que asciende a más de varios cientos de millones de líneas de código, le da a su poseedor el conocimiento sobre toda la capacidad de pirateo de la CIA
El archivo fue distribuido entre antiguos hackers y contratistas del gobierno estadounidense de una manera no autorizada, uno de los cuales ha proporcionado a WikiLeaks partes del archivo.
"Year Zero" detalla "el alcance y la dirección del programa de piratería encubierta global de la CIA contra una amplia gama de productos de compañías estadounidenses y europeas, incluyendo el iPhone de Apple, los televisores Samsung, que se convierten en micrófonos encubiertos".
La organización asegura que desde 2001 la CIA ha ganado preeminencia política y presupuestaria sobre la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA). Así, afirma, "la CIA se encontró construyendo no sólo su infame flota de aviones no tripulados, sino un tipo muy diferente
fuerza encubierta, que abarca todo el mundo, su propia flota de hackers".
En la nota de prensa WikiLeaks denuncia que a finales de 2016, la división de piratería de la CIA, que forma parte del Centro para la Inteligencia Cibernética (CCI) de la agencia, tenía más de 5000 usuarios registrados y había producido más de mil sistemas de hacking, troyanos, virus y otros programas maliciosos "armados" .