Seúl .- Tokio, Pekín y Seúl se sumaron este miércoles a Washington y avisaron a Corea del Norte de las consecuencias de un eventual disparo de un misil balístico, semanas después de que Pyongyang asegurara haber realizado su cuarto ensayo nuclear.
Corea del Norte avisó el martes a tres agencias de la ONU de que lanzará un cohete para colocar un satélite en órbita, entre el 8 y el 25 de febrero. Pyongyang insiste en que se trata de un programa espacial de carácter exclusivamente científico, pero la comunidad internacional considera que los lanzamientos son pruebas encubiertas de misiles balísticos.
Este anuncio tiene lugar en momentos en que Naciones Unidas prepara una resolución para endurecer las sanciones contra Corea del Norte tras el anuncio de que había efectuado el 6 de enero pasado su cuarto test de una bomba nuclear.
Un lanzamiento de este tipo tendría "consecuencias reales" y sería "un argumento más fuerte en favor de una acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", declaró el secretario de Estado estadounidense adjunto para Asia, Danny Russel, señalando que eso se podría traducir en "duras sanciones suplementarias".
China expresó su "profunda inquietud" sobre los planes de Corea del Norte. "Expresamos nuestra profunda inquietud al respecto", dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang. Llamó a Pyongyang a abstenerse de "acciones que podrían conducir a una escalada de las tensiones en la península coreana".
El Gobierno japonés reaccionó también con dureza. "Si Corea del Norte se obstina en efectuar este lanzamiento, sería una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y una seria provocación", dijo este miércoles el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ante el Parlamento. El ministerio nipón de Defensa emitió después una orden para destruir el misil "si se confirma que caerá sobre territorio japonés".
Poco antes, el gobierno de Corea del Sur en una declaración oficial había urgido a Corea del Norte a renunciar al proyecto argumentando que "todo lanzamiento utilizando tecnología balística es una violación de las resoluciones de la ONU".
- Cumpleaños de Kim Jong-Il -
"Es un comportamiento típico", estima John Delury, profesor asociado de la Universidad Yonsei de Seúl. "Mientras esperan la respuesta al ensayo nuclear, también deciden disparar un misil. El Norte suele golpear dos veces".
Según la información proporcionada por el régimen norcoreano, el lanzamiento tendrá lugar en la mañana, en una horquilla entre las 07H00 a 12H00 locales (22H30-03H30 GMT).
Las fechas escogidas sugieren que el lanzamiento coincidirá con el 16 de febrero, el cumpleaños del exlíder Kim Jong-Il, padre del actual jefe de Estado, Kim Jong-Un.
Las especulaciones en la comunidad internacional sobre este lanzamiento fueron creciendo en las últimas semanas, a causa de las imágenes de satélite que muestran un incremento de la actividad en la estación de lanzamiento de Sohae. Desde principios de 2013, Corea del Norte ha aumentado las capacidades de la base de Sohae, que ahora puede lanzar cohetes a una mayor distancia y con cargas más pesadas.
La mayoría de expertos cree, sin embargo, que Pyongyang está lejos aún de alcanzar la capacidad de mandar misiles balísticos intercontinentales. "Corea del Norte está aun lejos de poder atacar territorio estadounidense", explicó Siegfried Hecker, uno de los principales expertos occidentales sobre el programa nuclear norcoreano. "Sólo ha realizado un lanzamiento espacial con éxito. Necesita mucho más, pero ha hecho un gran esfuerzo en esa dirección", indicó.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, viajó a Pekín la semana pasada para intentar convencer a China de que ejerza más presión sobre su aliado norcoreano y acepte más sanciones contra éste en la ONU.
"No es seguro que China mueva ficha", estimó Delury. "Un ensayo nuclear es un asunto mucho más importante que un disparo de misil, por lo tanto no creo que esto modifique las cosas desde el punto de vista chino, independientemente de lo que diga Estados Unidos".