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The Economist llama a defender la OTAN de Trump y de Marine Lepen que son amistosos con Rusia y China

Redaccion-e.economist.com

Los líderes de OTAN  se reúnen en Washington del 9 al 11 de julio para celebrar "la mayor alianza militar de la historia del mundo", como la llama el presidente Joe Biden. Tiene razón. La OTAN ha ayudado a mantener la paz en Europa durante 75 años, un logro impresionante después de siglos de guerra en el continente. Su garantía del "Artículo 5" —que un ataque a un miembro es un ataque a todos— ha disuadido primero a la Unión Soviética y luego a Rusia. La OTAN también ha sido un foro para resolver las tensiones entre sus miembros. No es de extrañar que las naciones nerviosas clamen por formar parte de ella. El número de miembros ha aumentado de 12 en 1949 a 32 en la actualidad, con Suecia uniéndose en abril y Finlandia el año pasado.

 Sin embargo, aunque la OTAN  tiene mucho que celebrar, este no será un feliz aniversario. La invasión rusa de Ucrania continúa. China sigue apoyando a la industria rusa. Irán y Corea del Norte están suministrando a Vladimir Putin aviones no tripulados, misiles balísticos y proyectiles de artillería. Los gobiernos autocráticos de estos cuatro países se están acercando cada vez más, un desafío al orden mundial que la otan ha hecho tanto por apuntalar.

  Una preocupación aún más grave es interna. Los líderes de la otan podrían incluir pronto a Donald Trump, quien tiene probabilidades de ganar las elecciones de Estados Unidos en noviembre, y Marine Le Pen, la líder populista francesa blanda con Rusia que podría tomar el Elíseo en 2027. Las democracias occidentales deben actuar con rapidez para hacer frente a estos peligros.

 

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