02/Nov/2024
Editoriales

Hoy Bicentenario de la Constitución Federal y del Senado

El 4 de octubre de 1824, hace 200 años, se aprobó y sancionó la primera Constitución Federal de México y con ella nació el Senado de la República.

Habían pasado ya tres años de la consumación de la independencia y el nuevo país seguía en busca de una identidad apropiada para la nación. Recordemos que en 1821, la antigua Nueva España adquirió su independencia, entrando en una etapa de definición de su rumbo. El acta de independencia emitida por Iturbide hablaba del imperio mexicano, luego se habló de la regencia, en 1822 se formalizó el imperio y en 1823 se disolvió... 

En el primer Constituyente, Servando Teresa de Mier que encabezaba la comisión de constitución avanzó en la formulación de un proyecto de república que quedó trunco ante la disolución del congreso, en dicho proyecto nuestro Padre Mier proponía la creación del Senado de la República.

Fue hasta el 7 de noviembre de 1823 cuando se instaló el segundo Congreso General Constituyente cuando se empezó a marchar con mayor firmeza a la definición política del país. El 20 de noviembre de ese año, la Comisión de Constitución ahora encabezada por Miguel Ramos Arizpe presentó el proyecto de acta constitutiva que se aprobó el último día de enero de 1824, con lo que nació el sistema republicano y el pacto federal.

Continuaron los trabajos del Congreso Constituyente, creándose más entidades federativas y retomando el mes de abril las tareas propiamente de confección de la Carta Magna, pero tuvieron que pasar 10 meses y 27 días desde su instalación, para que se diera la aprobación y sanción del texto constitucional.

Aquel segundo Congreso Constituyente ha sido reconocido y llamado el "definitivo" porque este cuerpo colegiado pudo alcanzar los grandes objetivos que inspiraron su creación al emitir la primera ley fundamental de lo que ahora se denominaba Estados Unidos Mexicanos.

El lunes 4 de octubre de 1824, desde temprano iniciaron los trabajos en el congreso general constituyente, bajo la presidencia del diputado Lorenzo de Zavala.

Después de aprobar el acta del día 2, se aprobó un par de asuntos de trámite y enseguida se dio lectura a la Constitución. Concluida la lectura los secretarios aseguraron que las dos copias elaboradas para su firma eran idénticas que el original sacado de las actas del Congreso.

El diputado Ramos Arizpe propuso que después de la firma del presidente y del vicepresidente del Congreso, firmen los diputados por estado y al final los secretarios, lo cual se aprobó y se procedió a realizar... por su parte el diputado Guerra sugirió y se aprobó que solo se expresase el nombre, apellido y firma de los diputados, sin grados ni títulos.

Una vez firmada una amplia comisión de diputados nombrada al efecto trasladó los documentos a la sede del supremo poder ejecutivo, en tanto que la sesión continuó revisando el decreto relativo a la publicación. Al respecto el diputado ramos Arizpe propuso hacer llegar el discurso preliminar al redactor para su exacta publicación, También se propuso que al día siguiente a la firma del Supremo Poder Ejecutivo asistan todos los diputados que estén en la capital y se pidió que el juramento se realice antes de nombrar la nueva directiva.

Al regresar la comisión, su presidente, el diputado Vargas dijo lo siguiente: "La Comisión ha cumplido el encargo que vuestra soberanía tuvo bien confiarle. El Supremo Poder Ejecutivo recibió con respeto la Constitución que le presentamos y manifestó con entusiasmo el singular placer que le causaba ver coronados los trabajos de vuestra soberanía y concluida la regeneración de la patria. Felicita y da gracias al Congreso por tan glorioso acaecimiento. Protesta no perdonar trabajo ni diligencia para hacer observar con toda exactitud la ley fundamental y queda impaciente, esperando la orden de venir a jurarla."

El diputado presidente, Lorenzo de Zavala expresó entre otros conceptos lo que sigue: "Señor= Acaba el Congreso general de dar existencia y vida a esta nación que después de tres años de haber completado la obra de su independencia y puesto en libre ejercicio sus poderes, aun no tenía una Constitución verdaderamente nacional. Podemos ya decir que tenemos leyes fundamentales de las manos de los legítimos representantes del pueblo. Los esfuerzos de nuestros enemigos no habían dejado de poner en movimiento todos los resortes de la seducción y de la intriga para influir en las deliberaciones de la nación y privarnos de este precioso bien, que destruye todas sus esperanzas de dominarnos. Al fin Señor, lo recibe la opulenta Anáhuac de vuestras manos". 

"Nada, Señor, habéis hecho que no sea conforme a nuestros adelantamientos en la civilización. Sabía el pueblo mexicano que el objeto de toda sociedad debe ser la felicidad y bienestar de los asociados, y habéis establecido garantías individuales, y asegurado sus derechos: sabía que sin religión y sin moral no hay, ni puede haber, orden, tranquilidad, paz, independencia ni libertad, y habéis consagrado varios artículos de este precioso código a la conservación y estabilidad de estos importantes objetos. Aseguráis la libertad del pensamiento y de la imprenta, y con este paso habéis elevado a la nación mexicana a la esfera de los dos grandes pueblos que hoy llenan la tierra con su nombre. Finalmente, Señor, habéis abierto la puerta a todos los bienes al fijar la suerte de este gran pueblo, vacilante por tantos años... mexicanos... ved aquí el código de vuestros derechos..., ¿Queréis libertad e independencia? ¡Observadle religiosamente!"

La sesión concluyó después de las dos de la tarde. Así fue como se aprobó aquella primera Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.

Desde luego en esta fecha 200 años después, reconocemos en los constituyentes de 1823-1824 su altura de miras, su capacidad, decisión y voluntad política para consolidar el nacimiento de México.

Entre aquellos constituyentes, destacamos particularmente la presencia activa y combativa de nuestro primer diputado federal Servando Teresa de Mier, cuya participación en las tareas legislativas fue fundamental, aportando, cuestionando y construyendo los acuerdos fundamentales que requería la gran empresa de hacer posible nuestra República.

Fue precisamente el padre Mier, quien desde el primer congreso había sugerido crear un Senado para complementar el quehacer legislativo. El Senado nació con la Constitución que conmemoramos y aunque en 1857 desapareció, fue restituido en 1874, por lo que en esta fecha también evocamos el sesquicentenario de la restitución del Senado de la República.

Hace dos siglos la mesa directiva del Congreso General Constituyente decía a los habitantes de la Federación: "Mexicanos: el Congreso General Constituyente al poner en vuestras manos la obra más ardua que pudierais acometerle, el Código fundamental que fije la suerte de la Nación y sirva de base indestructible al grandioso edificio de vuestra sociedad, ha creído de su deber dirigiros la palabra para manifestaros sencillamente los objetos que tuvo presentes desde los primeros momentos de su reunión: Crear un gobierno firme y liberal sin que sea peligroso; hacer tomar al pueblo mexicano el rango que le corresponde entre las naciones civilizadas...; hacer reinar la igualdad ante la ley, la libertad sin desorden, la paz sin opresión, la justicia sin rigor, la clemencia sin debilidad...; ved aquí, mexicanos, los sublimes objetos a que ha aspirado vuestro Congreso General en la Constitución que os presenta."

A 200 años de aquel evento el Congreso General Constituyente de 1823- 1824, no representa para esta generación un acontecimiento histórico enterrado por los años, sino el momento estelar que marca el origen de nuestro ser nacional, punto de partida para integrarnos en el escenario de las naciones... Enhorabuena!

 

Monterrey octubre 4 de 2024