17/May/2024
Editoriales

Lo bueno que nos dejó el Covid

Decía mi padre que siempre hay, entre todo lo negro, algún pedacito blanco.

Y de este concepto me acuerdo cuando pondero el daño que nos hizo la pandemia de Covid 19, y las enseñanzas que nos dejó. 

Porque tan solo en nuestro Estado se enfermaron 314 mil neoleoneses y de ellos perdieron la vida 8 mil. 

Los daños que causó a la economía y a la educación fueron enormes, al grado de que tardaremos un lustro para alcanzar las mismas condiciones económicas que teníamos antes, y nuestros estudiantes infantiles tardarán largo tiempo en recuperar su nivel académico.

Sin embargo, esa terrible enfermedad masiva también nos dejó algunas cosas buenas, como el habernos concienciado de la importancia que tiene la prevención en materia de salud.

Nos regresó el gusto de estar todo el día en la casa; aprendimos a quererla más, a divertirnos en familia, a leer más , y le dedicamos más tiempo a las actividades espirituales. 

Aprendimos a darle uso intensivo a las plataformas de televisión del sistema streaming como Netflix y otras; aprendimos a utilizar el servicio de contacto Zoom para sostener reuniones de trabajo y sociales sin salir de la casa.

Cierto que en tiempos pandémicos muchos negocios cerraron sus puertas, pero aparecieron algunos rubros que antes eran insignificantes, y ahora son importantes.

Por ejemplo, el sistema de reparto domiciliario, pues aprendimos a comprar por teléfono o internet y ahora hay en la ciudad unos 20 mil repartidores entre operadores de motocicletas, automóviles y camiones repartidores.

El reparto domiciliario ya es una alternativa de empleo, cuando antes era algo inusual, visto como exótico, y ahora es de lo más común.   

La pandemia nos dejó algunas cosas buenas, debemos identificarlas y fortalecerlas, porque este mundo actual está lleno de sorpresas y debemos estar preparados para el próximo susto, que no sabemos por dónde llegará.