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"Vamos a poner a Trump en su sitio": el nacionalismo despierta en elecciones mexicanas

México  - La costumbre de Donald Trump de hablar contra México está alimentando el nacionalismo en la carrera para la presidencia del país, llevando a los aspirantes a desafiarlo y fortaleciendo al favorito, que corteja el voto contra el statu quo.

La semana pasada los tres principales aspirantes para las elecciones de julio dijeron que México no pagará por el muro que el presidente de Estados Unidos quiere construir en la frontera entre ambos países. El que más insistió fue Andrés López Obrador, un veterano izquierdista que encabeza las encuestas de opinión.

Una victoria de López Obrador, quien perdió la presidencia por poco margen en 2006, podría marcar el inicio de una relación más distante y de confrontación entre los dos países, ya que el mexicano prometió reducir la dependencia económica de las potencias extranjeras.

Esa necesidad es más fuerte con Estados Unidos, a donde México envía alrededor del 80 por ciento de sus exportaciones.

“Sin faltarle el respeto, lo vamos a poner en su sitio”, dijo López Obrador sobre Trump el jueves en el puerto de Veracruz, escenario de una notoria humillación nacional cuando las fuerzas estadounidenses lo ocuparon en 1914.

El mismo día, Trump dijo en su cuenta de Twitter que México estaba “calificado como el país más peligroso del mundo”. Aunque la violencia está aumentando en México, la tasa de homicidios sigue estando muy por debajo de la de varios países de América Latina, según datos de Naciones Unidas y el Banco Mundial.

López Obrador, quien dijo a principios de mes que pondría fin a lo que llamó gobiernos “peleles, títeres” en México que reciben instrucciones “del extranjero”, prometió devolverle el golpe a Trump y decirle “lo que pienso” en Twitter.

Una encuesta realizada en diciembre por la firma Parametría dio a López Obrador una ventaja de 11 puntos porcentuales, mientras que la semana pasada, la de la firma Mitofsky lo mostró con una ventaja de tres puntos y creciendo.

Desde que asumió el cargo hace un año, Trump a menudo ha expresado opiniones negativas sobre México, culpándolo por las drogas que ingresan a su país, criticando a las empresas estadounidenses con operaciones al sur de la frontera e insistiendo que México pagará por el muro.

Luego de cada comentario, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha salido a rechazar los dichos de Trump.

Esta semana, el aspirante presidencial Ricardo Anaya, del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), y el contendiente del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, también intervinieron.

“México NO pagará, bajo ninguna circunstancia, ese muro”, dijo Meade en su cuenta de Twitter.

Pocos temas unen a los mexicanos más que la aversión por Trump, quien inició su campaña presidencial en 2015 acusando al país de enviar violadores y narcotraficantes a través de la frontera.

Jorge Buendía, de la encuestadora Buendía & Laredo, dijo que se había vuelto rentable para los políticos mexicanos criticar a Trump, y que sería “muy costoso” para el próximo presidente tender la mano hacia el gobierno de Estados Unidos.

“Sólo es cuestión de tiempo para que se hagan planteamientos mucho más críticos sobre Trump y sobre la relación con Estados Unidos”, dijo Buendía.

El beneficiario más obvio, al menos inicialmente, sería López Obrador, agregó.

“PROVOCANDO LA IRA DE MUCHOS MEXICANOS”

Un estudio publicado la semana pasada con datos del Pew Research Center y Buendía & Laredo mostró que desde que Trump entró en la arena política, la imagen de Estados Unidos se ha deteriorado marcadamente en México.

En 2015, el 66 por ciento de los mexicanos tenía una opinión favorable de los Estados Unidos y el 29 por ciento una opinión desfavorable, según el sondeo. Para octubre de 2017, el 65 por ciento de los mexicanos tenía una visión desfavorable de los Estados Unidos y sólo el 30 por ciento era positiva.

Heriberto Galindo, excónsul general de México en Chicago, dijo que Trump terminaría unificando la retórica de todos los candidatos presidenciales en su contra.

“No te digo que vayamos a un estado de guerra (...) pero el presidente Donald Trump está provocando la ira de muchos mexicanos, el dolor, el coraje y una actitud negativa hacia los Estados Unidos que no es conveniente, sana, saludable y menos con un país vecino”, dijo.

Es probable que el sentimiento antiTrump se intensifique si el presidente cumple con las amenazas de abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que es la base de gran parte del comercio de México.

Agustín Barrios Gómez, director de Fundación Imagen México, un grupo dedicado a promover la imagen de México en el exterior, argumentó que López Obrador ni siquiera necesita agudizar su retórica para beneficiarse de Trump, porque no tiene rivales creíbles para oponerse a sus argumentos nacionalistas.

Tanto Meade como Anaya representan a partidos que defendieron una integración y cooperación económica más cercana con Estados Unidos y que son los únicos que han ocupado el poder, señaló Barrios Gómez.

Ahora la hostilidad de Trump ha hecho añicos ese modelo, agregó.

“La sensación está ahí: confiaste en estos muchachos (Estados Unidos) y se volvieron contra como la izquierda ha estado diciendo por años”, dijo Barrios Gómez. “Y eso juega a favor de López Obrador porque no tiene que decir nada”.